Después de dos de sus últimos tres discursos renunciaron dos funcionarios. Este viernes, inició su exposición transmitiendo calma con ironía.
Por segunda vez en seis días, la vicepresidenta realizó una nueva aparición pública, la primera desde la renuncia del ex ministro de Economía Martín Guzmán y la asunción de Silvina Batakis. Desde su “lugar en el mundo”, El Calafate, en Santa Cruz, había expectativa por lo que pudiera manifestar Cristina Kirchner. En el comienzo de su exposición, transmitió calma de forma irónica: “No voy a revolear a ningún ministro, quédense tranquilos”.
La vicepresidenta eligió hablar en la inauguración del Cine Teatro Municipal de El Calafate, donde también están la gobernadora Alicia Kirchner y el ministro de Educación de la Nación, Jaime Perczyk.
Fue durante la exposición del intendente local, Javier Belloni, cuando Cristina Kirchner dio una primera muestra de lo que podía ser interpretado como una bandera blanca con Alberto Fernández. El jefe comunal habló de funcionarios “que sí funcionan” y la vicepresidenta hizo el gesto de que mantendría cerrada la boca.
Las palabras de Cristina Kirchner llegan en medio de una semana marcada por la incertidumbre, los rumores y la tensión cambiaria tras la renuncia de Martín Guzmán y la designación de Silvina Batakis como ministra de Economía, con el dólar blue que cerró a $273 este viernes; mientras que el oficial se comercializó a $126,42 para la compra y $132,93 para la venta.
Yendo al acto pic.twitter.com/Lt7xWuhu5d
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) July 8, 2022
Las seguidilla de apariciones públicas de Cristina Kirchner
Las apariciones públicas de Cristina Kirchner se hicieron más frecuentes en los últimos dos meses. El 6 de mayo habló una hora y media desde Chaco, sin mencionar a Alberto Fernández.
Su último acto público había sido hace seis días en Ensenada, en un acto homenaje a un nuevo aniversario de la muerte de Juan Domingo Perón. Cuando Cristina Kirchner deslizó críticas al hasta entonces ministro de Economía, Martín Guzmán presentó la renuncia al cargo, algo que la vicepresidenta se enteró al bajar del escenario. También había criticado a Alberto Fernández por no usar la lapicera.