Según la Fundación Pro Tejer, las ventas y la producción cayeron un 16% interanual en el último trimestre del 2024.
Según un informe realizado por la Fundación Pro Tejer, la industria textil cerró el 2024 con 12 meses consecutivos de caída en la actividad. Las ventas y la producción cayeron un 16% interanual en el último trimestre del 2024.
El texto explicó que “a pesar de una desaceleración en la caída de la actividad en los últimos meses del año, los resultados confirman un año consecutivo de contracción de la actividad, con perjuicios crecientes de afectación al empleo, exceso de capacidad ociosa que genera desaceleración del ritmo de inversión y posible pérdida de capacidades industriales frente al cierre de establecimientos productivos“.
Esta crisis está impactando en forma conjunta en todos los rubros de la cadena de valor: desde la fabricación de hilados, telas, indumentaria y la comercialización de máquinas, insumos y bienes finales”, señaló el documento.
Además, Pro Tejer resaltó: “es relevante destacar todo lo que está en juego en caso de que esta recesión continúe: la cadena textil e indumentaria genera 540.000 puestos de trabajo y da sustento a 2 millones de personas a nivel federal. Prolongados y altos niveles de capacidad ociosa cancelan la planificación de nuevas inversiones y ponen en riesgo la sostenibilidad de empresas en el mediano plazo“.
Los datos del informe
Según el informe de Pro Tejer, “6 de cada 10 empresas, vio reducidas sus ventas y su producción en el último trimestre del año” y “el uso de la capacidad instalada cayó en el 64% de los casos relevados. En promedio, la caída fue de -12 p.p. en el cuarto trimestre del año en su comparación interanual”.
“Las principales razones que explican la caída de la producción es la pérdida del poder adquisitivo de la población (8 de cada 10 empresas identifican este aspecto como relevante), cambios de participación de bienes importados en el consumo (4 de cada 10 empresas) y la apreciación cambiaria (4 de cada 10). Otras causas relevantes: expectativas macroeconómicas, políticas sectoriales y variación de costos de materias primas e insumos”, enumeró el texto.
Por su parte, el 65% de las empresas encuestadas por la Fundación, tomaron medidas que afectaron negativamente al empleo: cancelación de horas extras, despidos, suspensiones, adelanto de vacaciones y no-renovación de contratos, entre otros. El 47% de las empresas indica que cayó el empleo al comparar diciembre 2024 con diciembre 2023 y sólo un 9% registro aumento en la cantidad de puestos de trabajo.
“Esta cifra refleja una situación preocupante sobre todo si comparamos con el primer bimestre del año, cuando sólo el 20% de los casos relevados registraba menos puestos de trabajo que en diciembre 2023“, indicó.
Asimismo, 7 de cada 10 empresas no realizó inversiones en 2024, “algunas de ellas incluso cancelaron inversiones planificadas”, aseguró. A su vez, 6 de cada 10 empresas encuestadas no planifica nuevas inversiones para el año 2025, “debido, fundamentalmente, al exceso de capacidad instalada en las fabricas y el riesgo de mayor competencia importada en un contexto de desregulación de medidas de resguardo de competencia leal combinado con apreciación cambiaria”.
Respecto a las exportaciones, sólo 3 de cada 10 empresas han realizado exportaciones en los últimos 5 años y 8 de cada 10 empresas encuentra dificultades para exportar, “siendo las principales: el “tipo de cambio” (8 de cada 10 empresas lo considera como un obstáculo), la “presión tributaria” (5 de cada 10), “costos logísticos” (3 de cada 10) y las “trabas burocráticas nacionales” (3 de cada 10 empresas)”.
“Con respecto a la cadena de pagos, el 3 de cada 10 manifestó ya tener dificultades para afrontar pagos corrientes (impuestos, tarifas, proveedores, salarios, importaciones)”, resaltó el informe.