Israel ha suspendido la entrada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza después de que el grupo islamista Hamás rechazara una propuesta respaldada por Estados Unidos para extender el alto el fuego vigente desde el 19 de enero.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, justificó la medida afirmando que no permitirá más concesiones sin la liberación de los rehenes que aún permanecen en Gaza.
Hamás, por su parte, calificó la suspensión de la ayuda como un “chantaje barato” y un “crimen de guerra”, instando a la comunidad internacional a presionar a Israel para revertir la decisión.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha solicitado la reanudación inmediata del flujo de asistencia humanitaria a Gaza, expresando preocupación por el bienestar de los más de dos millones de habitantes del enclave palestino.
Mientras tanto, las negociaciones para prolongar la tregua se encuentran estancadas, aumentando la incertidumbre sobre la estabilidad en la región y la situación humanitaria en Gaza.