Los legisladores podrían acordar retrotraer la decisión en la sesión prevista para el jueves 3 de abril. Villarruel no volverá a intervenir con un decreto para frenar los ajustes salariales.
El recinto del Senado de la Nación. (Foto: prensa Senado)
La resolución de Victoria Villarruel venció este lunes 31 de marzo. Las dietas de los senadores nacionales quedaron descongeladas y pasarían a superar los 9 millones de pesos, si se concreta la paritaria de los trabajadores legislativos prevista para mediados de este mes de abril, ya que los ingresos de los representantes de las provincias volverán a estar enganchados a los aumentos de los empleados del Congreso.
Luis Juez, fue el primer legislador en enviarle una nota a la vicepresidenta señalando que, “no son momentos para discutir los salarios de la política, todo lo contrario, es precisamente la oportunidad indicada para acompañar el esfuerzo que hace el pueblo en conjunto”. El senador del PRO pidió expresamente que, “mantenga congelada mi dieta como senador de la nación por todo el transcurso del corriente año”.
Más tarde se sumaron los representantes de Santa Cruz, José María Carambia y Natalia Gadano. El resto aún no dio opinión pública sobre la situación. Los senadores saben que se debe tomar una resolución en conjunto, la titular del Senado no puede mantener el congelamiento de las dietas de algunos senadores y de otros no.
La mayoría de los bloques parlamentarios le enviaron, en los días previos al cierre del 2024, y tras la finalización de aquel periodo parlamentario y sin extraordinarias, notas a la vicepresidenta, Victoria Villarruel, facultándola para detener los aumentos, “hasta que se trate este asunto durante las sesiones ordinarias del año 2025″. Por tal motivo, la titular del Senado prorrogó la resolución DR 27/24 votada en el recinto que congeló las dietas de los senadores hasta el pasado 31 de diciembre, y les dejó a los senadores la discusión durante todo el mes de marzo pasado. Los parlamentarios, sin embargo, no avanzaron en el tema y hoy sus dietas quedaron descongeladas.
La postura del gremio
La Asociación del Personal Legislativo (APL), que encabeza Norberto Di Próspero, realizó la última semana su asamblea anual de Memoria y Balance. Di Próspero anunció conversaciones paritarias y enumeró los logros cosechados, incluidos casi 60 aumentos salariales en el periodo, y reconoció que “en el actual contexto político y económico la paritaria de los legislativos no está en línea con la inflación, tenemos que valorar que no tenemos que lamentar pérdidas de puestos de trabajo”.
La votación original de los senadores
En la sesión del 18 de abril del año pasado, los senadores aprobaron un proyecto de resolución, a mano alzada y en menos de dos minutos, sin discusión, que estableció que “a partir del mes de mayo del presente año (2024), los senadores percibirán un total de 13 dietas anuales. Cada una de ellas será equivalente a 2500 módulos, más un adicional de 1000 módulos por gastos de representación y 500 módulos de adicional por desarraigo. El valor del módulo será el equivalente al que perciben los empleados legislativos, conforme a las previsiones de la ley 24.600 (Estatuto del Personal del Congreso de la Nación)”.
Posteriormente, el 22 de agosto, suspendieron, por los cuestionamientos sociales y hasta del propio presidente Javier Milei, hasta el 31 de diciembre la vigencia de dicha resolución y votaron un desenganche de sus ingresos respecto del personal legislativo. También retrotrajeron cualquier aumento de haberes.
El último aumento otorgado a los trabajadores del Congreso fue el 13 de noviembre, cuando se resolvió un incremento del 2% a partir del 1 de septiembre, 1% a partir del 1 de octubre, 2% a partir del 1 de noviembre y 1% a partir del 1 de diciembre, alcanzando un total del 6%.
El recibo de sueldo de los senadores
En los detalles del recibo de sueldo de un senador nacional se especifica: remuneración por dieta, 4,9 millones de pesos; gastos de representación, 1,9 millones; y un millón por desarraigo, totalizando 7,8 millones de pesos.
Sin embargo, a este ingreso hay que descontarles el impuesto a las ganancias, el aporte a la obra social, la Asociación Mutual de Legisladores y el aporte al partido político, lo que suma 2,6 millones. Esto deja un ingreso neto en mano para los legisladores de 5,2 millones de pesos. Con el descongelamiento de las dietas a partir del primer día de abril, y con el regreso a la resolución votada hace un año, los “ingresos netos en mano” se estiman en principio en 6,2 millones de pesos. Pero si en abril próximo se cierra una nueva paritaria de los trabajadores, estimada entre un 6%, la dieta de bolsillo alcanzará los 7 millones de pesos, mientras que el bruto se ubicará en los diez millones.
Otros proyectos sobre dietas a discutir
Ante el escándalo por los ingresos de los senadores nacionales, durante el 2024, se presentaron en la Cámara Alta iniciativas tendientes a fijar una posición y de esa manera cerrar el debate. Las mismas deberán presentarse nuevamente, ante la llegada del nuevo período parlamentario, y debatirlas en las comisiones respectivas.
El senador Francisco Paoltroni (Libertad, Trabajo y Progreso) trabajó en un proyecto para regular la renuncia a las dietas y promover la transparencia y la austeridad en el Congreso. La iniciativa, de siete artículos, establece que los legisladores, sean diputados o senadores, podrán renunciar total o parcialmente a sus dietas mediante una solicitud formal presentada por escrito ante la secretaría administrativa correspondiente.
En sus fundamentos, Paoltroni señaló: “Proponemos una medida concreta de austeridad en las remuneraciones de los legisladores nacionales, adecuándolas a un estándar que refleje las condiciones económicas del país. La dieta legislativa se establece en un monto equivalente a diez jubilaciones mínimas vigentes, un parámetro que simboliza un compromiso ético con los sectores más vulnerables de nuestra sociedad”.