El personal del Hospital Garrahan inició una marcha desde el centro pediátrico hacia el Ministerio de Salud para reclamar un aumento salarial y condiciones laborales más dignas. La concentración comenzó a las 12 del mediodía.
En abril, un residente en su primer año de formación percibió un salario de $797.061, mientras que un residente de último año recibió $981.385. Frente a esta situación, los trabajadores señalaron que sus sueldos no alcanzan para cubrir necesidades básicas. “Hemos agotado todas las instancias de diálogo sin respuestas, por eso continuamos con la medida de fuerza para visibilizar nuestra situación y exigir una recomposición salarial que nos permita vivir dignamente”, expresaron a través de un comunicado.
El conflicto llevó a que los residentes comenzaran el lunes un paro indefinido sin cobertura de guardias, con el objetivo de visibilizar la problemática salarial y la creciente cantidad de vacantes por la salida de médicos que buscan mejores condiciones laborales.
La protesta tuvo tal impacto que se realizó una asamblea multitudinaria en el aula magna del hospital, donde se acordó un paro de 24 horas para todo el personal. “Este es el paro de residentes más grande en la historia del Hospital Garrahan, y el desgaste del equipo de salud es cada vez más notorio. Las condiciones laborales y el deterioro salarial son insostenibles”, manifestaron en sus redes sociales.
Sin embargo, el Gobierno intervino dictando la conciliación obligatoria, lo que impidió la realización del paro. Aun así, los médicos decidieron movilizarse hacia la cartera sanitaria para continuar con el reclamo.
Desde el Ministerio de Salud afirmaron que “el problema no es la falta de presupuesto, ya que entre 2023 y 2024 el presupuesto aumentó un 244%. La dificultad está en cómo se administra el gasto. No se puede mantener una estructura donde la burocracia tiene más peso que la salud de los niños”.
Además, agregaron que la actual gestión está trabajando para sanear irregularidades internas y reordenar el hospital para que los médicos puedan mejorar sus ingresos a través de una mejor administración.
Más temprano, Manuel Adorni, vocero presidencial, cuestionó la protesta señalando que “no es casual que el reclamo surja justo cuando se va a implementar el sistema biométrico de reconocimiento”.
En conferencia de prensa, Adorni afirmó que “el Hospital Garrahan no está desfinanciado” y responsabilizó a los empleados administrativos por la falta de llegada correcta de los fondos.
