La crisis golpea sin anestesia al corazón turístico de Mendoza. Gastronomía y hotelería atraviesan una de sus peores épocas en años: cierres, despidos encubiertos y un nivel de precarización laboral que alarma tanto a empresarios como a sindicatos.
La situación es crítica. A la tradicional baja estacional se le sumó una profunda recesión, la caída del turismo interno, la falta de políticas de promoción y una presión impositiva asfixiante. El resultado: una pérdida de empleos casi sin precedentes.
“El 60% del personal está ‘discontinuado’: no fue despedido formalmente, pero tampoco trabaja ni cobra”, reveló Diego Stortini, empresario turístico y vicepresidente de la Federación Económica de Mendoza (FEM). Un limbo laboral que afecta a miles de trabajadores, sin certezas ni indemnización.
Turistas que no llegan, cuentas que no cierran
Daniel Ariosto, referente de la Cámara Argentina de Comercio (CAC) en Mendoza, trazó un diagnóstico lapidario: “Ya no hablamos de rentabilidad, hablamos de sobrevivir”. Según explicó, la mala temporada de noviembre y diciembre de 2024 se extendió a los primeros meses de 2025, con una ocupación muy por debajo de lo esperado.
La baja del dólar desincentivó el turismo local y volvió más competitivos a destinos como Brasil o Chile. Mendoza, sin estímulos internos ni beneficios fiscales, perdió atractivo. Mientras tanto, la AFIP no da tregua: “Te embargan en 48 horas si no cumplís”, denunció Ariosto.
En zonas como el Valle de Uco, muchos emprendimientos apenas abren los fines de semana, y ni siquiera las vacaciones de invierno despiertan verdadero optimismo. El temor es claro: que el consumo siga cayendo.
Despidos, rotación y salarios congelados
Desde el gremio UTHGRA en Mendoza admiten que el panorama es “estructuralmente delicado”. “Hay despidos y mucha rotación”, sostuvo Emiliano Tejada, secretario general del sindicato. El dato preocupa: gran parte de los trabajadores del sector son jóvenes y sus empleos son cada vez más frágiles.
Los hoteles de dos y tres estrellas en el centro mendocino son los más golpeados: las diferencias de precios con los de mayor categoría se achicaron, y eso les resta competitividad. En la gastronomía, muchos restaurantes suben precios para sostenerse, pero pierden clientela local.
Frente al derrumbe, UTHGRA busca revertir la tendencia con propuestas. En 2024 se inauguró un instituto superior con tecnicaturas en gastronomía y se presentó un proyecto de ley que prevé beneficios salariales por formación. Además, junto a la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines (AEHGA), impulsan paquetes de turismo interno con descuentos para mendocinos, pero sólo en locales que cumplan la ley.
¿Primavera laboral o estocada final?
Mendoza fue distinguida como Segunda Capital Iberoamericana de la Gastronomía, pero la realidad económica va por otro camino. El sector turístico, uno de los motores históricos de la provincia, parece hoy sin rumbo. La pregunta ya no es cuándo se recuperará, sino cuántos quedarán en pie cuando eso ocurra.