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Se pincha el relato de la recuperación libertaria: crece el desempleo y los salarios siguen en picada

El espejismo de la recuperación económica que pregona el gobierno libertario empieza a desmoronarse. Según datos oficiales de la Secretaría de Trabajo, en marzo se perdieron más de 9.000 puestos de trabajo registrados, de los cuales 7.310 corresponden al sector privado. Además, los salarios cayeron un 4% en los últimos tres meses.



El informe, elaborado a través del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), da cuenta de un freno abrupto en la tenue recuperación del empleo que se había iniciado a mediados de 2024. La tendencia ahora muestra una caída sostenida del trabajo formal y un deterioro pronunciado de los ingresos reales.


En detalle, en marzo se perdieron:

7.310 empleos privados registrados

802 empleos públicos

870 puestos en casas particulares

En contraste, se sumaron más de 5.000 nuevos monotributistas, lo que evidencia un desplazamiento del empleo asalariado hacia formas más precarias e inestables.

Desde noviembre de 2023, la destrucción de empleos registrados suma 195.674 puestos, parcialmente amortiguados por la incorporación de casi 75.000 nuevos monotributistas.

El diagnóstico de los expertos

Luis Campos, del Instituto de Estudios y Formación de la CTA Autónoma, describió una clara dinámica en dos tiempos: una caída fuerte del empleo entre septiembre de 2023 y julio de 2024, seguida por un estancamiento. “Desde julio, el empleo privado creció apenas un 0,3%. No alcanza ni para compensar el crecimiento poblacional”, advirtió.

También señaló que la industria fue el sector más golpeado en marzo, con la pérdida de más de 4.000 empleos. La construcción, otro termómetro clave de la economía real, también mostró una fuerte contracción.

En el sector público la sangría continúa. Aunque la caída fue marginal en marzo, los niveles de empleo estatal están en mínimos históricos. “Sumado al deterioro salarial, el ataque contra los trabajadores del Estado es total”, remarcó Campos.

En el servicio doméstico también hubo un desplome: el empleo registrado en casas particulares cayó por debajo de los niveles de 2015, tocando un mínimo histórico de 441.500 trabajadoras registradas.

La recuperación que no llega

Aunque en abril la actividad mostró signos de rebote (8,5% en industria y 25,9% en construcción), el empleo no reaccionó. Según Campos, esto responde a que en contextos de alta volatilidad, la recuperación productiva se expresa más en mayores horas extras o empleo informal, antes que en nuevos puestos formales.

El panorama salarial tampoco ofrece alivio. En abril, el salario promedio del sector privado cayó por tercer mes consecutivo y volvió a niveles de noviembre de 2023. Según la Secretaría de Trabajo, se acumula una pérdida de casi un 4% real en el primer trimestre del año.

El anticipo del EIL (Encuesta de Indicadores Laborales) para abril tampoco trae buenas noticias: muestra una caída del 0,24% en el empleo formal, atribuida en parte a factores estacionales.

Un mercado laboral al borde del colapso

“El empleo formal está estancado en su piso desde hace meses y la recuperación salarial del segundo semestre pasado ya se esfumó”, sentenció Campos. “El mercado laboral necesita algo —o alguien— que lo empuje. Crédito, dólares del colchón… lo que sea”.

En definitiva, la narrativa oficial sobre una recuperación económica sostenida empieza a chocar con la realidad: más desempleo, más precarización y menos poder adquisitivo para los trabajadores argentinos.

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