El diputado del Frente de Todos, mano derecha de Grabois y referente del Patria Grande acusó al Ejecutivo de inacción frente a la crisis: “Yo si fuese Presidente no podría dormir con 4 millones de indigentes”.
Guste o no, el Salario Básico Universal (SBU) logró insertarse en la agenda política y mediática. Movimientos y organizaciones sociales se movilizaron esta semana hacia el Puente Pueyrredón, en una jornada de protesta consensuada por 450 asambleas en barrios populares.
El proyecto fue presentado el pasado 10 de mayo por cuatro diputados oficialistas, con Itaí Hagman a la cabeza, pertenecientes al Frente Patria Grande. Sin embargo, todavía no parece asomar un horizonte claro para la discusión y aceptación por parte del Poder Ejecutivo.
Para los propios ideadores de la iniciativa, el objetivo está claro: una asistencia económica equivalente a la Canasta Básica Alimentaria individual de un adulto según INDEC (actualmente $14.401). Los beneficiados serían personas de entre 18 y 64 años, que se encuentren desocupadas; se desempeñen en la economía informal o estén inscriptas en la categoría “A” del Régimen Simplificado de Pequeños Contribuyentes, entre otros sectores. Una medida que podría impactar en 9 millones de personas.
El debate explotó cuando la vicepresidenta Cristina Fernández planteó el pasado 2 de julio, durante el plenario de la CTA, “la necesidad de discutir un ingreso universal básico”. “Creo que tenemos que empezar a rediseñar esta política y pensar en un ingreso que no dependa del favor de nadie”, agregó.
Cobró aún mayor importancia con los dichos de Juan Grabois, referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), en los que exigía a la recién asumida ministra de Economía, Silvina Batakis, que “caze la birome” y no se demore en la implementación de un salario básico.
Querida @sbatakis te banco fuerte pero no te felicito; eso de andar felicitando designaciones no me cabe; me reservo las felicitaciones para cuando implementes el Salario Básico Universal ¡Cazá la birome y no te demores por favor!
— Juan Grabois (@JuanGrabois) July 4, 2022
Posterior a la marcha, que fue masiva pero breve, las distintas agrupaciones sociales acordaron los próximos pasos a seguir. La integraron Organizaciones de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), la CTA Autónoma, La Poderosa, OLP, Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), Frente Popular Darío Santillán, Nuestramerica y el Partido Piquetero, entre otras.
En diálogo con Ámbito, Federico Fagioli, referente del Frente Patria Grande, diputado del Frente de Todos por la Provincia de Buenos Aires y uno de los firmantes del proyecto en cuestión, brindó detalles sobre la jornada del miércoles pasado, explayó los puntos más importantes del Salario Básico Universal y apuntó al Gobierno por la inacción frente a la crisis económica y social.
Periodista: ¿Cuáles son los pasos a seguir en relación al Salario Básico Universal? ¿Se acordaron próximas movilizaciones entre las organizaciones?
Federico Fagioli: Acordamos seguir exigiendo hasta que se haga realidad o se presente cualquier otra medida distributiva que mejore los ingresos de los argentinos. Hubo una necesidad, por más de 300 asambleas en todo el país, de plantear la importancia del Salario Universal. Juan (Grabois) lo expresó muy bien: nos genera mucha tristeza y mucha angustia que nuestro Gobierno no vea la situación que vive el pueblo.
Están más preocupados por hacerle gestos a los mercados y no piensan políticas para que los argentinos estén un poco mejor. En un escenario crítico, nosotros expresamos y generamos condiciones para que entiendan que los gestos tienen que ser hacia el pueblo. No está garantizado lo mínimo: el morfi. No pedimos un auto o vacaciones, hablamos de lo mínimo e indispensable.
La letra chica del Salario Básico Universal
P: Itaí Hagman, en la presentación del proyecto, elige una palabra: salario, que es muy distinta a ingreso. En estos últimos días se habló de ingreso, renta y salario, conceptos similares pero que, al mismo tiempo, distan entre sí.
F.F: Es un salario porque entendemos que son compañeros que ya trabajan. Se trata de reconocer a 13 millones y medio de personas que están desamparadas y que son de la economía popular. El objetivo es erradicar la indigencia en Argentina y construir un piso o una red de contención para que nadie caiga por debajo de esa línea.
Todas esas personas trabajan, pero lo hacen en malas condiciones y dependen de la situación económica para ver si consiguen o no las changas. Lo que falta son derechos. De todos modos buscamos una política redistributiva y no vamos a pelear por si es salario o ingreso. Queremos sacar a todas las personas de la indigencia.
P: ¿Cómo se financiaría la prestación monetaria mensual no contributiva? El Patria Grande habla de un nuevo sistema tributario de redistribución y de redireccionamiento de recursos invertidos en seguridad social, aunque no da más detalles.
F.F: Todo el Salario Universal representa dos puntos del PBI. Entre gastos de otras políticas de seguridad social como la Tarjeta Alimentar, políticas de formación en trabajo y otras más, está el porcentaje de inversión. Si juntáramos todo eso, la cifra queda entre el 0,7% y el 1% del PBI.
Hay que discutir de dónde sale esa plata porque entendemos que la plata está. Si no se puede invertir ese 0,7%, busquemos una forma progresiva. Hubo riqueza y hubo crecimiento económico, pero el problema es que se la llevan los mismos vivos de siempre. La renta inesperada que se generó por la guerra, el crecimiento económico de las empresas por aprovecharse de la pandemia, toda esa guita, ¿dónde está? Se convierte a dólares, se termina fugando y no se aporta nada. Hay sectores que fueron los principales fugadores de los u$s80 mil millones durante el gobierno de Mauricio Macri, y es momento de que empiecen a aportar a la reconstrucción del país.
P: Hagman afirma que hay políticas de ingreso en su totalidad loables pero hoy dispersas, asistemáticas y superpuestas. ¿El Salario Básico Universal viene a ordenar la estructura de los planes sociales?
F.F: Necesitamos recuperar la capacidad de planificación. No hay un Estado que organice todas estas políticas en su conjunto, sino que distintas áreas las fueron implementando. Poder planificar las medidas de seguridad social, evitar la dispersión y, para eso, pensar una medida universal es lo mejor que podemos hacer. Es ordenar la construcción de las políticas para llegar a los argentinos y que eso sea eficiente.
P: El programa abarcaría a 9 millones de personas, cifra cercana a los destinatarios del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), y pareciera que la intención es asentar este método. ¿Cuál es la diferencia con la asistencia social brindada en el primer año de pandemia?
F.F: Más que asentar al IFE debemos entender que entre la franja de 18 y 65 años no hay acompañamiento del Estado. Vos tenés una política universal desde que nacés hasta los 18: la Asignación Universal por Hijo (AUH), la cual garantiza un piso de dignidad para tu crianza, tus estudios y tus alimentos. De 65 para arriba, jubilaciones y moratorias, pero en el medio hay 7 millones de personas que no tienen nada.
4 millones están por debajo de la indigencia. Con esta medida borraríamos la problemática de Argentina y eso no es menor. Si otro tiene una propuesta mejor, que la pongan arriba de la mesa y la discutimos. Tres días después de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) diga que hay que tomar medidas dolorosas para el pueblo, no declaremos que vamos a hacer lo que el Fondo nos pide y que no está la capacidad para hacerlo. Eso es un error.
