Sucedió en Connecticut. Las víctimas tenían 12, 10 y 5 años. La madre padecía una profunda depresión.
Una mujer ecuatoriana de 36 años asesinó a sus tres hijos y luego se ahorcó en su casa de la ciudad de Connecticut, en Estados Unidos, y los investigadores sospechan que atravesaba un profundo cuadro de depresión debido, entre otros factores, al reciente cierre de su negocio ilegal de cuidado infantil.
Sonia Loja “sufría de depresión, que no había sido tratada este último tiempo porque no tenía seguro de salud y era demasiado caro ir al médico”, afirmó una familiar de la homicida.
“Lo siento Pedro, me llevo a mis hijos”, decía en la carta de despedida que le escribió a su esposo Pedro Panjón.
El viudo no vio signos alarmantes de la posible tragedia que se avecinaba con sus propios hijos, sólo se dio cuenta de que algo podría estar mal cuando llegó a casa del trabajo el miércoles y ninguno de los niños salió corriendo a saludarlo como era la costumbre, dijeron los familiares.
“Me siento terrible, no pude continuar leyendo, aparté la carta. Todavía no la he leído por completo”, afirmó Panjón en la puerta de la casa de la familia, donde los parientes habían dejado un memorial con fotos, velas y globos. “No había nada malo en cómo actuaba Sonia” antes de la tragedia, entré corriendo a la cocina, dejé mi lonchera y vi la nota de suicidio de dos páginas, agregó.
Luego corrí a una habitación, donde encontré en la habitación a mis hijos Junior de 12 años y Joselyn de 10 años sobre la cama, ambos con cables, posiblemente eléctricos, alrededor del cuello. “Le saqué los cables, con la esperanza de escuchar vida, pero ya era demasiado tarde”, comunicó.
