En un encuentro reservado con jefes comunales del conurbano, Cristina Fernández de Kirchner volvió a enviar señales políticas que podrían interpretarse como un intento de acercamiento al gobernador Axel Kicillof, con quien mantiene una relación tensa desde hace meses.
La expresidenta recibió en las últimas semanas a Mayra Mendoza (Quilmes), Federico Otermín (Lomas de Zamora), Fernando Espinoza (La Matanza) y Julio Alak (La Plata), en una reunión que recién ahora se hace pública y que tuvo lugar antes de las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires. En la mesa hubo representantes de distintos sectores del peronismo bonaerense: La Cámpora, el espacio de Martín Insaurralde y el kicillofismo, aunque con figuras con buen vínculo con el kirchnerismo.
Según relataron desde el entorno de CFK, el objetivo fue intercambiar miradas sobre la situación del país y enviar un mensaje de unidad. “Fue algo simple, una charla habitual donde algunos intendentes querían escuchar su visión”, minimizó uno de los organizadores del encuentro.
En paralelo, Axel Kicillof decidió postergar el lanzamiento del frente político “Derecho al Futuro” del 24 al 31 de mayo. La excusa oficial fue el pronóstico de lluvias, pero el cambio de fecha evita que su acto coincida con la reaparición pública de Cristina, prevista para el 25 de mayo en un homenaje a Néstor Kirchner en la Ciudad de Buenos Aires. Esto le permite al gobernador ganar tiempo para evaluar cómo responder a los últimos movimientos de la exmandataria.
Las versiones cruzadas no tardaron en aparecer. En La Plata afirman que, hasta ahora, no hubo gestos reales de acercamiento. “Hace dos meses, Cristina lo mandó a hablar con Máximo. Si cambió de idea, que lo llame”, señalaron desde la Gobernación. Desde el entorno de la expresidenta respondieron: “Hace un año que no la llama. Los intendentes se comprometieron a transmitir el mensaje”.
Uno de los presentes en el encuentro lo describió como “una charla distendida, sin definiciones sobre candidaturas ni estrategias”, aunque sí se habló del contexto político nacional y de la necesidad de consolidar una alternativa al modelo liberal, especialmente tras los resultados adversos en CABA.
Mientras tanto, en el kirchnerismo más duro insisten en que una ruptura en el peronismo bonaerense sería perjudicial. “Después del domingo, hay más sensatez. Todo puede pasar, incluso una foto entre Cristina y Axel”, deslizó un operador del espacio.