El presidente Javier Milei volvió a quedar en el centro de la polémica este 25 de Mayo al participar del tradicional Tedeum en la Catedral Metropolitana sin lucir la escarapela, símbolo patrio que habitualmente portan los mandatarios en esta fecha.
La ausencia del distintivo no pasó desapercibida. En redes sociales, varios usuarios cuestionaron la decisión del jefe de Estado, mientras que sus seguidores salieron a defenderlo alegando que llevaba la escarapela debajo del saco. Sin embargo, en ninguna de las imágenes oficiales del evento se logra divisar el emblema celeste y blanco.
En contraste, la vicepresidenta Victoria Villarruel sí asistió con un prendedor con los colores patrios, algo que fue destacado por propios y ajenos: “Ella sí lleva escarapela”, remarcaron en redes sociales.
Este nuevo episodio se suma a una serie de actitudes del Presidente que han generado críticas sobre su vínculo con los símbolos nacionales. Uno de los antecedentes más recordados fue su admiración por la ex primera ministra británica Margaret Thatcher, figura central en la guerra de Malvinas, cuya imagen, junto a la de Ronald Reagan, preside su escritorio en Casa Rosada, según reveló recientemente una revista.
Otro hecho que generó malestar fue su falta de contundencia en los actos por el Día del Veterano y de los Caídos en Malvinas, donde evitó pronunciarse de forma clara sobre el reclamo de soberanía. Incluso, hace apenas unos días, el Concejo Deliberante de Bariloche lo declaró “persona no grata” por esta razón.
A esto se suma la controversia por su saludo al Estado de Israel por su 77° aniversario, donde utilizó una bandera intervenida que mezclaba los colores de Argentina e Israel. El gesto, además de ser considerado una falta de respeto a los símbolos nacionales, generó revuelo por comparar a ambos países como “faros de libertad y democracia”, sin mencionar a los trabajadores en su día.