En una jornada cargada de emoción en el Vaticano, el Papa León XIV recibió en audiencia privada al Napoli, flamante campeón de la Serie A.
El equipo del sur italiano, que se coronó el pasado viernes tras vencer 2-0 al Cagliari y superar por un punto al Inter, llegó a Roma acompañado por su presidente, Aurelio De Laurentiis. En la ceremonia, el Santo Padre fue homenajeado con una camiseta firmada por todo el plantel, con el número 10 y su nombre grabado: “León XIV”.
El nuevo Papa —estadounidense de nacimiento y nacionalizado peruano, sucesor de Francisco— arrancó su intervención con humor, desmintiendo entre risas los rumores sobre su supuesto fanatismo por la Roma: “Eso dicen los medios, pero no todo lo que se lee es cierto…”. Luego, con calidez, se dirigió al plantel: “Queridos amigos, bienvenidos. Felicitaciones por este logro. Ha sido una gran celebración para toda Nápoles”.
En su mensaje, León XIV puso el foco en el trabajo colectivo detrás del título: “Ganar un campeonato es el resultado de un camino largo, donde lo más importante no es el espectáculo. El título lo conquista el equipo, y cuando digo equipo, hablo de los jugadores, el técnico, el cuerpo técnico y toda la institución. Ese es el aspecto que más destaco de su éxito”.
El triunfo en la última fecha desató una verdadera euforia en Nápoles. Apenas terminó el partido, miles de hinchas se volcaron a las calles para festejar con bengalas, cánticos y banderas.
El lunes, la fiesta continuó con una caravana multitudinaria: más de 200 mil personas coparon el paseo marítimo para saludar a sus ídolos, que recorrieron la ciudad a bordo de un micro descapotable, levantando la copa ante una multitud enfervorizada.
