Dolor y pedido de justicia: el emotivo adiós a Thiago Correa desde su escuela y su club de fútbol

La conmoción atraviesa a La Matanza. Thiago Correa, el niño de siete años que fue alcanzado por una bala en la cabeza en medio de un tiroteo, recibió este sábado el último adiós por parte de sus compañeros, docentes, vecinos y seres queridos.

El hecho que terminó con su vida ocurrió durante una persecución entre delincuentes y efectivos de la Policía Bonaerense en el barrio Almafuerte.

Todo sucedió el miércoles por la tarde, cuando tres sospechosos intentaban huir de la Policía. En plena balacera, Thiago —que se encontraba con su papá esperando el colectivo— fue herido gravemente. De inmediato fue trasladado al hospital Paroissien, pero lamentablemente falleció horas después.

El dolor se hizo sentir en la comunidad educativa Santa Rosa de Lima, donde el pequeño estudiaba, y en el Club Defensores Unidos de Tablada, donde jugaba al fútbol. Ambas instituciones lo recordaron con profundo pesar y acompañaron a la familia en este momento devastador.

“Era un nene feliz, querido por todos. Su partida nos rompe el alma”, señalaron desde el colegio en un mensaje público.

La causa quedó en manos de la UFI especializada en Violencia Institucional del Departamento Judicial de La Matanza. Se están llevando a cabo peritajes balísticos para determinar qué arma disparó el proyectil fatal, y también se están revisando las cámaras de seguridad de la zona.

Hasta el momento, un efectivo policial fue detenido, acusado de “exceso en la legítima defensa”. La investigación fue caratulada como “tentativa de robo en poblado y en banda con arma de fuego cuya aptitud no está acreditada, homicidio y lesiones graves”.

La muerte de Thiago vuelve a poner en el centro del debate el uso de armas por parte de las fuerzas de seguridad en zonas urbanas y densamente habitadas. Mientras tanto, la comunidad clama justicia y exige mayor control ante hechos de violencia institucional.