El ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, está trabajando en la emisión de 13 decretos destinados a “reorganizar” diversas áreas del Estado y eliminar ciertas dependencias.
Estos decretos apuntan principalmente a organismos vinculados al Ministerio de Economía, Capital Humano y Salud, bajo la gestión de Luis Caputo, Sandra Pettovello y Mario Lugones, respectivamente. El proceso se ejecutará por etapas: primero se eliminaron algunos entes dependientes de la Secretaría de Cultura; ahora el foco está en áreas relacionadas con la Secretaría de Agricultura e Industria; luego le tocará a Salud y Transporte; y por último, a la Secretaría de Trabajo.
Fuentes oficiales confirmaron que “estamos en la etapa de Industria y en las próximas semanas habrá novedades”. Entre los principales cambios está la reestructuración del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), un organismo autónomo supervisado por el secretario de Agricultura, Sergio Iraeta. El plan contempla recortes presupuestarios, despidos y la clausura de varias de sus 450 sedes, además de modificaciones en su estructura de gobernanza y la posible venta de terrenos o propiedades.
De acuerdo con cifras oficiales, el presupuesto asignado al INTA es de 224.000 millones de pesos, de los cuales se han ejecutado 84.000 millones hasta fines de mayo. Sin embargo, dado que estos fondos provienen de ingresos propios —como derechos de importación y tasas estadísticas—, el Gobierno pretende intervenir estos recursos.
“Este presupuesto equivale a la mitad de las retenciones del maíz. El INTA cuenta con 6.000 empleados y una flota de 3.000 vehículos, por lo que necesita un rediseño completo para optimizar su funcionamiento”, declaró Sturzenegger recientemente.
Este proceso ha generado un choque abierto con la Mesa de Enlace, facultades universitarias de Agricultura, Agronomía y Veterinaria, y la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (AACREA). Estos actores tienen mayor representación en el directorio del INTA, con 8 de los 11 miembros, mientras que el Gobierno controla sólo tres puestos. La intención es modificar esta distribución para tener mayor control sobre el manejo presupuestario.
INTI, Senasa y ANMAT bajo la lupa
Además del INTA, también están bajo análisis el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), bajo la Secretaría de Industria y Comercio, a cargo de Pablo Lavigne. Sturzenegger señaló que la idea es que organismos descentralizados como INTI e INTA pasen a depender directamente de la administración central para facilitar los recortes. “El Presidente nos exige seguir con la motosierra… ya se redujeron 47.000 empleados de la administración, lo que representa un ahorro de 2.000 millones de dólares”, afirmó.
Entre los decretos previstos también se contempla un posible rediseño del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), dos organismos clave para el control agroalimentario, dependientes de Agricultura y Salud, respectivamente. Esta iniciativa genera inquietud entre expertos debido a que podría implicar una disminución en los controles de calidad.
Desde el Ministerio de Desregulación aseguran que las reformas se están diseñando en coordinación con los ministros de cada sector y el área Legal y Técnica. “Si hay funciones superpuestas, se reducirán cargos según el tipo de contrato que tengan”, adelantaron.
