Aunque el Gobierno nacional mantiene a rajatabla su política de ajuste, en las provincias el rumbo es bien distinto: el gasto público creció un 24% en términos reales durante el primer cuatrimestre de 2025.
El dato surge de un informe del IERAL (Fundación Mediterránea), que analizó las finanzas de 13 provincias argentinas. Mientras la Casa Rosada recorta con bisturí, los gobernadores parecen haber vuelto a abrir la canilla, sobre todo en salarios estatales y jubilaciones.
Nación: ajuste más moderado, pero con superávit
En abril, el gasto primario nacional cayó un leve 1,2% interanual, aunque mostrando una mejora respecto del arranque del año. El superávit primario fue del 0,6% del PBI en lo que va de 2025, lo que acerca al Gobierno al objetivo anual de 1,6%.
El recorte fue selectivo: se desplomaron los subsidios energéticos (-66%), las transferencias a familias (excluyendo AUH, -14%) y el gasto en personal (-4%). Pero hubo subas significativas en otras áreas: las transferencias a provincias saltaron hasta un 170%, las jubilaciones subieron un 32% y también mejoraron las partidas para universidades y transporte.
Las provincias se sueltan del corset fiscal
En 2024, muchas jurisdicciones acompañaron el ajuste impulsado por Nación. Pero este año la lógica cambió: las 13 provincias relevadas aumentaron sus gastos en términos reales, salvo en obra pública.
El gasto en salarios públicos subió un 17% respecto del mismo período de 2024. Si se proyecta, el ajuste real en este rubro respecto a 2023 sería de apenas 7%, y en jubilaciones, de solo 1%.
Donde sí se mantiene el recorte es en la inversión pública: la caída acumulada llega al 34%, evidenciando que los gobernadores priorizan el gasto corriente por encima de las obras.
¿Peligra el equilibrio fiscal general?
El despegue del gasto provincial puede convertirse en un obstáculo para la estrategia fiscal del Gobierno nacional. A mediano plazo, también pone en duda la posibilidad de avanzar en una baja de impuestos en las provincias, un reclamo constante del sector privado.
Mientras tanto, el contraste entre el ajuste nacional y la expansión subnacional deja en evidencia que, en la Argentina federal, el equilibrio fiscal sigue siendo un rompecabezas difícil de armar.
