El Gobierno presentará una profunda reforma de la PFA por DNU: detenciones sin orden judicial, vigilancia en redes y una estructura más vertical.
En medio de cuestionamientos por el uso de la fuerza y con el reloj corriendo sobre las facultades delegadas que le otorgó el Congreso, el presidente Javier Milei y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, anunciarán en los próximos días un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que impulsa una reforma estructural de la Policía Federal Argentina (PFA).
La iniciativa, bajo el lema “Hacia una PFA moderna y orientada a la investigación”, apunta a transformar la fuerza tomando como referencia modelos como el FBI estadounidense y la Policía Federal de Brasil. El foco estará en los delitos complejos: narcotráfico, trata de personas y crimen organizado.
Entre los cambios más sensibles se destaca la posibilidad de:
Detener personas por hasta 10 horas sin orden judicial si no acreditan identidad y hay “indicios suficientes”.
Realizar requisas sin aval judicial en determinados casos.
Habilitar la vigilancia en redes sociales y fuentes digitales sin autorización previa.
Crear un nuevo Departamento Federal de Investigaciones, con despliegue especial en zonas “críticas”.
El decreto también incluirá la declaración del estado de emergencia por dos años en la fuerza, la implementación de auditorías internas y una reestructuración de los criterios de ascenso para reforzar la “verticalidad” en la cadena de mando.
La movida llega tras la gira internacional del presidente y antes del 8 de julio, fecha límite en que vencen sus facultades delegadas por la Ley Bases. El DNU será publicado en el Boletín Oficial tras su firma.
Aunque desde el oficialismo la presentan como una “profesionalización” de la PFA, la reforma se da en un contexto de tensión política, con denuncias por represión en protestas y una clara intención del Gobierno de avanzar con una agenda de mano dura y mayor control estatal sin pasar por el Congreso.
