En el marco del conflicto que mantiene en vilo a Medio Oriente, Irán apuntó directamente contra el argentino Rafael Grossi, director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), acusándolo de tener un posicionamiento parcial frente al programa nuclear de Teherán.
La amenaza fue realizada públicamente por Ali Larijani, uno de los principales asesores del líder supremo iraní, Ali Khamenei. A través de un comunicado difundido en redes sociales, Larijani advirtió: “Pagará cuando termine la guerra”, en referencia a Grossi, a quien acusan de actuar en sintonía con los intereses de Israel.
La tensión escaló aún más con una denuncia formal que Irán presentó ante el Consejo de Seguridad de la ONU. En una carta dirigida al secretario general António Guterres, el embajador iraní Saeed Iravani criticó al funcionario argentino por sus recientes declaraciones, en las que advirtió sobre el nivel de enriquecimiento de uranio en Irán. Para el régimen islámico, estos dichos son una muestra de parcialidad y de alineamiento con los enemigos de Teherán.
“El director de la AIEA ignoró completamente las amenazas y ataques sufridos por instalaciones nucleares en otros países”, señaló Iravani.
Grossi había declarado recientemente que Irán posee uranio enriquecido al 60%, una cifra alarmante si se considera que el 90% es el umbral necesario para fabricar armas nucleares. En una entrevista con Radio Mitre, explicó que, aunque no hay indicios concretos de que el país haya iniciado la construcción de bombas, el material acumulado sería suficiente para producir entre seis y ocho artefactos.
En medio de este clima tenso, el flamante presidente iraní, Masud Pezeshkian, se mostró dispuesto a dialogar con Europa. Durante una charla telefónica con el presidente francés Emmanuel Macron, ratificó que Irán no piensa abandonar su plan nuclear, pero se manifestó abierto a la negociación y la cooperación internacional.
Macron, en tanto, fue categórico: “Irán no debe tener armas nucleares y debe demostrar que su programa tiene fines exclusivamente pacíficos”, escribió el mandatario francés en su cuenta de X (antes Twitter).