Un insólito hecho sacudió a La Pampa cuando Cristian Martín Galván, jefe de la subcomisaría de Lonquimay, ordenó a seis presos preparar un asado, trabajar como mozos y limpiar el salón en su fiesta de casamiento.
Según la investigación, los detenidos fueron trasladados sin custodia al salón, ubicado a una cuadra de la comisaría, y luego volvieron solos a sus celdas.
El comisario enfrenta un juicio en Santa Rosa por incumplimiento de los deberes de funcionario público. La fiscalía acusa que se usaron indebidamente recursos estatales y que se violaron los derechos de los presos. Durante el proceso declararon policías, los propios detenidos y familiares del funcionario. La pena podría ir de uno a dos años de prisión, además de inhabilitación para ejercer cargos públicos.
Mientras tanto, Galván también está siendo investigado en un sumario administrativo. En los próximos días se conocerá la sentencia.