El Gobierno nacional, siempre atento al sufrimiento ajeno (pero no tanto), prepara un nuevo anuncio “histórico” para los jubilados y pensionados que dependen de la Anses. En junio recibirán un aumento del 1,5%, cifra que emociona… si uno vive en 1994. Y como la épica libertaria no descansa, el presidente Javier Milei ya prometió otro aumento para agosto. ¿La cifra? Aún no se sabe, pero no es necesario ilusionarse demasiado.
Aumentos que apenas rozan la inflación (si la mirás de lejos)
Según el Decreto 274/2024, las jubilaciones se actualizan todos los meses según la inflación. Claro que el truco está en usar el índice de dos meses atrás, cuando todo costaba un poco menos (y la angustia era un poco más barata). Por eso, en julio los haberes subirán un 1,5%, porque así fue la inflación de mayo. Resultado: la jubilación mínima alcanzará la impactante suma de $379.294,79. Un número que parece grande… hasta que uno intenta vivir con eso.
Y como el show debe continuar, el aumento de agosto dependerá de la inflación de junio. El dato se sabrá el 14 de julio, a las 16, horario ideal para que la noticia pase desapercibida entre el mate y el bostezo dominguero.
El futuro ya llegó: jubilaciones con aumentos que no alcanzan ni para el pan
Las consultoras privadas, esas oráculos de lo evidente, estiman que la inflación de junio será del 2%. Si así fuera, el nuevo aumento para los jubilados también será del 2%, lo que llevaría la jubilación mínima a $386.880,68. Sí, una mejora de unos $7.500. Para que el jubilado festeje… quizás comprando medio kilo de yerba y un paquete de galletitas.
La jubilación máxima, por supuesto, también subirá: llegará a unos $2.122.886. Aunque, seamos honestos, la mayoría de los jubilados que conocemos no están precisamente en ese club VIP.
Ah, y como si fuera poco, este aumento también impactará en la AUH, las Asignaciones Familiares y otras prestaciones. O sea, migajas para todos. Porque en el país de la motosierra, la austeridad es solo para los de abajo.
