En una sesión cargada de tensión, la oposición logró colar en el temario de Diputados un proyecto para reducir las retenciones al agro, pero el Gobierno ya salió a marcar la cancha: si avanza, habrá veto.
La iniciativa propone eliminar las retenciones al trigo y prohibir futuros aumentos, buscando darle algo de aire al sector agropecuario. Pero desde el entorno del ministro de Economía, Luis Caputo, fueron tajantes: “El momento para liquidar con retenciones bajas ya pasó.” La Casa Rosada no está dispuesta a resignar ni un peso de recaudación, y ya avisó que no convalidará nada que altere su hoja de ruta fiscal.
Sin números para sostener un veto, el Gobierno gana tiempo
En Balcarce 50 reconocen que no tienen los votos necesarios para sostener un eventual veto presidencial si el proyecto consigue sanción en ambas cámaras. Por eso, la estrategia es clara: dilatar el debate todo lo posible y patear la discusión hasta después de las elecciones legislativas de octubre. En paralelo, intentan tejer acuerdos con sectores más dialoguistas y evitar cualquier señal que pueda inquietar a los mercados.
Cruces en el oficialismo y reclamos desde las provincias
El tironeo no es sólo con la oposición. Dentro del oficialismo también hay pases de factura. Mientras el círculo de Santiago Caputo busca tender puentes para sostener la gobernabilidad, Karina Milei y los halcones de La Libertad Avanza empujan una línea más dura, con foco en consolidar el armado propio sin importar el nivel de confrontación.
A esto se suma la presión de los gobernadores, que reclaman una mayor coparticipación del impuesto a los combustibles y una porción del excedente de los Aportes del Tesoro Nacional. Desde el Gobierno, la respuesta sigue siendo la misma: “No hay plata, y las provincias están sobradas de caja.”
