La Cámara de Diputados vivió este miércoles una jornada marcada por la tensión, los gritos y los insultos. La sesión, que tenía como objetivo tratar temas clave como el financiamiento de las universidades públicas y la emergencia en el Hospital Garrahan, terminó abruptamente sin quórum, tras un cruce feroz entre legisladores de Unión por la Patria y La Libertad Avanza.
Antes del caos, la oposición logró un paso importante: forzar el tratamiento de ambos proyectos el próximo martes 8 de julio. A través de dos mociones de emplazamiento, consiguió que las comisiones correspondientes deban expedirse sobre el aumento de fondos para las universidades nacionales y la declaración de emergencia sanitaria del hospital pediátrico más importante del país.
Gritos, acusaciones y un final escandaloso
El escándalo estalló cuando diputados de Unión por la Patria se levantaron de sus bancas para increpar al libertario José Luis Espert, presidente de la Comisión de Presupuesto, a quien acusan de bloquear iniciativas de alto impacto social. La tensión escaló al punto de los insultos cruzados, y el presidente de la Cámara, Martín Menem, decidió levantar la sesión al constatar la falta de quórum.
El trasfondo: ajuste fiscal y bloqueo legislativo
Los dos proyectos que logró imponer la oposición son resistidos por el oficialismo por su impacto fiscal. En medio del ajuste impulsado por el gobierno de Javier Milei, el financiamiento de la educación y la salud pública no figura entre las prioridades. Pero la estrategia de la oposición, apoyada por bloques como Democracia para Siempre, fue clara: utilizar la herramienta del emplazamiento para obligar al debate parlamentario de iniciativas que el Ejecutivo intenta frenar.
La agenda opositora incluía, además, temas como el fomento a las PyMEs, la modificación del régimen de los DNU, la implementación de juicios por jurados y hasta el debate sobre un eventual cambio de huso horario. Sin embargo, el foco estuvo puesto en el Garrahan y las universidades.
“No es un gasto, es una inversión”
Durante el debate, varios legisladores remarcaron la gravedad de la situación. El diputado Pablo Yedlin recordó que el Garrahan atiende a más de 3.500 niños tucumanos por año y que necesita con urgencia recursos para sostener su funcionamiento. Lo mismo ocurre con el sistema universitario, que atraviesa una crisis presupuestaria profunda.
“La salud y la educación pública no son un gasto: son una inversión en el futuro del país”, fue la consigna que se escuchó con fuerza en el recinto. Pero el oficialismo no dio el brazo a torcer y eligió el camino del silencio y el bloqueo. La batalla parlamentaria, sin embargo, aún no terminó. El 8 de julio será una nueva fecha clave.
