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Ya murieron 63 personas en situación de calle en lo que va del año: denuncian abandono estatal en plena ola polar

Organizaciones sociales acusan al Gobierno de desentenderse de la emergencia habitacional. “No es el frío lo que mata, es el abandono”, advierten.



Mientras el país atraviesa una ola polar con temperaturas bajo cero, al menos 63 personas en situación de calle murieron en lo que va del año. El dato surge de un relevamiento realizado por la Asamblea Popular por los Derechos de las Personas en Situación de Calle junto a un equipo de la Facultad de Psicología de la UBA.

Desde las organizaciones fueron claros: “No es el frío lo que mata, sino el abandono del Estado y las políticas de hambre”. Los centros de integración están desbordados y, en muchos casos, en emergencia. Solo en la Ciudad de Buenos Aires ya se confirmaron 13 muertes, aunque el número real podría ser mayor por la falta de registros oficiales.

Centros colapsados y redes de ayuda desbordadas

Ante la falta de respuestas por parte del Estado, las ONG que asisten a personas sin techo redoblan esfuerzos. Campañas solidarias, camas extra, comidas calientes, y ollas populares son apenas un paliativo frente a la creciente demanda.

En Plaza Once y Constitución, la organización Proyecto 7 reactivó un censo propio para medir la cantidad real de personas que hoy duermen en la calle. También denunciaron que el Gobierno de la Ciudad subestima la cifra oficial de personas sin techo, que en noviembre pasado era de 4049.

Horacio Ávila, referente de Proyecto 7, apuntó directo a la ministra Sandra Pettovello: “Tiene frazadas almacenadas en depósitos mientras la gente muere congelada. Que las reparta ya”, exigió.

La red solidaria que suple al Estado, pero ya no alcanza

Otras organizaciones como Amigos en el Camino siguen haciendo recorridas nocturnas con ropa de abrigo, comida y kits de higiene. Pero advierten que el esfuerzo ya no alcanza: “Cuando el Estado se retira, nos queda la red. Pero ya no da más. Las muertes son evitables”.

Mientras el termómetro baja, crece el reclamo de quienes enfrentan la intemperie y el olvido: el frío no es el enemigo, el problema es la indiferencia del Estado.

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