El presidente Javier Milei confirmó que vetará la ley que otorga un aumento del 7,2% a las jubilaciones, aprobada con amplio respaldo opositor en el Senado. Desde un acto en la Bolsa de Comercio, lanzó fuertes críticas al Congreso y anticipó que, si se insiste con revertir el veto, el Gobierno llevará el tema a los tribunales.
“Vamos a vetar. Y si el veto se cae, lo vamos a judicializar”, disparó Milei, sin medias tintas. Para el mandatario, la aprobación del proyecto fue un acto de traición política: “Si ya sabían que les iban a clavar un puñal por la espalda, al menos podrían haberse puesto un chaleco y no pasaba nada”.
Golpes al Congreso y advertencias para octubre
Aunque no dio nombres, Milei apuntó con dureza a senadores y gobernadores opositores que respaldaron la ley. “Esto es un acto de desesperación porque saben que en octubre la libertad arrasa”, lanzó, en referencia a las elecciones legislativas.
En su discurso, también volvió a defender con firmeza su bandera principal: el equilibrio fiscal. “La política del superávit fiscal es permanente. Aun si la Justicia actuara rápido y tuviera éxito, el daño sería mínimo y lo revertiríamos el 11 de diciembre”, aseguró.
Más tensión: el Gobierno desconoce todas las leyes aprobadas
El conflicto entre el Ejecutivo y el Congreso escala cada vez más. Tras la sesión en el Senado, el Gobierno adelantó que no convalidará ninguna de las leyes votadas: ni el aumento a jubilados, ni la moratoria previsional, ni la emergencia en discapacidad.
La decisión de Milei endurece la disputa institucional y anticipa un nuevo frente judicial en medio de la crisis económica. En su estrategia, todo parece secundario frente a un único objetivo: sostener el ajuste.