El Gobierno nacional incorporó tecnología de última generación para reforzar la custodia del presidente Javier Milei, en un contexto de creciente tensión geopolítica y bajo alerta por posibles amenazas del exterior.
Fuentes oficiales confirmaron que el nuevo esquema de seguridad incluye cámaras de reconocimiento facial en calidad 4K, drones de monitoreo, armas no letales tipo Byrna y sistemas antidrones capaces de detectar y neutralizar vehículos aéreos no tripulados en un radio de varios kilómetros.
Las nuevas medidas también contemplan un sistema de identificación en tiempo real que permite escanear rostros en actos públicos y generar alertas automáticas si se detecta alguna persona con antecedentes. Este software se suma al operativo habitual que ya cuenta con detectores de metales, inhibidores de señal y sensores térmicos que trabajan en coordinación con fuerzas federales.
Además, se reforzó el uso de chalecos antibalas, tanto para el mandatario como para su custodia más cercana, y se intensificó el entrenamiento en técnicas de disuasión no letal para el personal asignado a la protección presidencial.
Una de las razones detrás de este refuerzo fue un reciente informe de inteligencia que advierte sobre posibles amenazas extranjeras. Entre ellas, se mencionó a Irán por presuntas actividades de espionaje en territorio argentino. Si bien el Gobierno no brindó confirmaciones oficiales, tampoco desmintió los rumores sobre un intento de intrusión en la residencia de Olivos.
El operativo de seguridad presidencial se endurece en paralelo con el discurso de Milei en materia internacional, marcado por un alineamiento con Estados Unidos e Israel, y por sus críticas abiertas a regímenes como el iraní, el chino y el venezolano.