A más de un mes del hallazgo sin vida de Inés “Nené” Quintero, su familia no baja los brazos y vuelve a denunciar graves fallas en la investigación. Natalia Cabrera, sobrina de la mujer, puso en duda la versión oficial y fue tajante: “Mi tía no se suicidó”.
La preocupación principal gira en torno a demoras en peritajes claves, postergación de declaraciones y una serie de decisiones judiciales que, según denuncian, obstaculizan el avance del caso. “Sentimos connivencia desde el momento mismo de la búsqueda”, sostuvo Cabrera.
El 17 de julio pudieron declarar dos tías de Nené, Coca y Laura. Para el 23 estaba previsto que lo hiciera Ramiro Herrera, hijo de la expareja de Quintero, pero ese día el abogado querellante pidió suspender todas las declaraciones hasta que se incorporen pruebas pendientes. La jueza aceptó el pedido justo antes de su testimonio.
La familia insiste en que faltan pericias fundamentales: análisis de celulares enviados a La Pampa, estudios forenses que fueron derivados a Salta y los resultados de un allanamiento al auto del ex de Nené. “Ya solicitamos más de 30 pericias. Seguimos esperando respuestas”, explicó la sobrina.
Uno de los puntos que más dudas genera es el lugar y las condiciones en las que apareció el cuerpo. “Mi tía pesaba 80 kilos, medía casi 1,70 y dicen que apareció colgada de una ramita de retama de apenas 7 milímetros de grosor. ¿Cómo puede ser que se cortara la soga y no se rompiera la rama?”, planteó Cabrera.
También hubo críticas al operativo de búsqueda. “Nos decían que revisaban el basural, y sin embargo el cuerpo apareció ahí 18 días después. No estuvo ahí todo ese tiempo. Ese lugar no fue preservado, lo retiraron Bomberos y Defensa Civil sin que interviniera Policía Científica”, denunció.
La familia de Nené exige que se investigue con seriedad. “No sabemos qué pasó ni quién fue, pero sí estamos seguros de que no se suicidó. Exigimos la verdad. Exigimos justicia”, concluyó Cabrera.
