Pese a la suba del dólar, la inflación fue del 1,9% y se mantiene controlada. El consumo planchado y el ajuste monetario jugaron a favor del Gobierno.
Julio cerró con una inflación estimada del 1,9%, según las principales consultoras privadas. Aunque muestra una leve suba respecto al 1,6% de junio, los precios no se dispararon pese a la fuerte escalada del dólar oficial, que subió 12% en el mes (de $1.237 a $1.385).
Contra todos los pronósticos, la devaluación no tuvo impacto directo en los precios. El famoso “pass through” no apareció en julio, gracias a una combinación de factores: consumo débil, política monetaria contractiva y algunas intervenciones puntuales del Banco Central en el mercado de futuros.
Los factores que enfriaron la inflación
Las vacaciones de invierno y el pago del aguinaldo empujaron al alza algunos rubros como turismo, frutas y servicios públicos, pero el contexto general de actividad económica en retroceso contuvo las remarcaciones.
Desde el oficialismo destacan que el control de precios se sostuvo sin necesidad de congelamientos ni controles directos, y apuestan a seguir con el mismo esquema.
Qué midieron las consultoras
EcoGo: inflación del 1,8%, con una caída inesperada en alimentos frescos como carne y verdura.
Fundación Libertad y Progreso: 1,9% en julio y una inflación interanual del 36,5%, la más baja desde enero de 2021.
C&T Asesores Financieros: 1,9% en GBA, con una inflación núcleo de solo 1,4%, mínimo desde mayo de 2020.
IPC Online: 1,67%, con subas puntuales en transporte, educación y energía.
¿Y el dólar? Bien, gracias
Según el economista Camilo Tiscornia, el tipo de cambio real subió 5% respecto a junio y quedó un 8% por encima del nivel de diciembre de 2024. En términos multilaterales, el salto fue del 15%. Pero nada de eso se trasladó aún a precios.
Eugenio Marí, de Libertad y Progreso, advirtió: “La volatilidad cambiaria no impactó en julio, pero si no se estabiliza, podría hacerlo en agosto”.
Lo que viene: todos miran agosto
Con el salto del dólar ya consolidado, el próximo dato de inflación podría ser más difícil de contener. Los alimentos y la reacción del mercado serán claves. Las consultoras siguen de cerca si el “veranito” de estabilidad se estira… o si empieza a calentarse.