Después del receso invernal, el Congreso podría volver a encenderse el próximo 6 de agosto con una sesión especial impulsada por la oposición, que llega con un temario cargado de temas sensibles: desde la crisis en el Hospital Garrahan hasta el financiamiento universitario y reclamos provinciales.
Los bloques de Unión por la Patria, Encuentro Federal, la Coalición Cívica, entre otros, firmaron el pedido con una consigna clara: presionar al Gobierno en pleno año electoral. Aunque muchos proyectos no tienen dictamen de comisión, apuntan a abrir el debate y dejar expuestas las prioridades del oficialismo.
Detrás del temario: vetos, internas y estrategia
En el trasfondo, se mueven piezas más pesadas: los vetos presidenciales a las leyes de jubilaciones, moratoria previsional y discapacidad aún no se oficializaron, pero ya generan ruido. La oposición se guarda esas cartas para el 20 de agosto, justo después del cierre de listas, buscando el mayor impacto político posible.
También aparecen en la agenda decretos que Unión por la Patria quiere voltear, como los que recortan al INTI, INTA y la Secretaría de Transporte. Otros bloques metieron lo suyo: el Plan Nacional de Alzheimer de Facundo Manes y la emergencia del sistema científico.
🤝Pactos que mueven el tablero
Mientras tanto, el oficialismo no se queda quieto. Teje acuerdos silenciosos, como el nuevo interbloque con los llamados “radicales con peluca” y un pacto con el gobernador Cornejo en Mendoza, que podría replicarse en otras provincias clave como Chaco y Entre Ríos.
Con este escenario, la oposición decidió retrasar el debate sobre jubilaciones y discapacidad para pegar más cerca de las elecciones bonaerenses. La jugada es clara: si el Gobierno sostiene los vetos, también tendrá que pagar el costo político en las urnas.
