El presidente Javier Milei firmó el veto a dos leyes clave: una que otorgaba un aumento a las jubilaciones y otra que declaraba la emergencia en discapacidad. Ambas habían sido aprobadas por el Senado en julio, pero el Ejecutivo se tomó varias semanas para oficializar la decisión, que recién se publicará este lunes en el Boletín Oficial.
La demora no fue casual: se trata de una estrategia para frenar el tratamiento legislativo y evitar que Diputados avance con la reversión del veto, lo que significaría un fuerte revés político para el Gobierno.
Acuerdos, promesas y elecciones
En paralelo, desde la Casa Rosada activaron una ofensiva de negociaciones con gobernadores y bloques aliados. Según trascendió, se estarían ofreciendo Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y compromisos políticos a cambio de respaldar la decisión presidencial. Todo con la mira puesta en las elecciones del 26 de octubre, donde Milei busca reforzar su armado territorial.
El oficialismo no descarta avanzar con otras medidas si el Congreso insiste en revertir los vetos. La tensión entre el Poder Ejecutivo y el Parlamento escala, en un contexto marcado por la crisis económica y el creciente malestar social.
