Después de meses de misterio y señales indirectas, la naturaleza dio una nueva muestra de resiliencia: Nalá, una yaguareté hembra liberada en 2024 en el Parque Nacional El Impenetrable, fue vista junto a su cachorro a orillas del río Bermejo. La confirmación llegó gracias al agudo ojo de dos guías locales, quienes no sólo presenciaron el encuentro, sino que también lograron fotografiarlo.
El histórico avistaje estuvo a cargo de Pablo Luna y Darío Soraire, dos guías del paraje La Armonía, quienes desde una lancha divisaron a Nalá y a su cría, de unos cinco meses de edad, en una barranca del Bermejo. “Fue un día maravilloso, tuve la suerte de ver a Nalá con su cachorro a la ribera del río”, relató emocionado Soraire.
Un símbolo del renacer chaqueño
Este hallazgo es mucho más que una imagen tierna o una anécdota de ecoturismo: marca un antes y un después en la recuperación del yaguareté en el Gran Chaco argentino, donde no se registraba la presencia de una hembra con cría desde 1990.
La noticia refuerza el éxito del ambicioso plan de reintroducción liderado por la Fundación Rewilding Argentina, en colaboración con la Provincia del Chaco y la Administración de Parques Nacionales. El proyecto comenzó en 2019, cuando fue detectado Qaramta, un imponente macho silvestre que dio inicio al sueño de repoblar la región con el felino más grande de Sudamérica.
Qaramta fue cruzado con Tania, una hembra en cautiverio. De esa unión nacieron Nalá y Takajay, quienes crecieron en un centro de cría y adaptación construido especialmente dentro del parque. Nalá fue liberada el 18 de agosto de 2024, y desde entonces ha vivido libre en el monte chaqueño.
El cachorro que se hacía desear
Ya a fines de febrero de este año, los especialistas sospechaban que Nalá había dado a luz: el collar de monitoreo indicaba que permanecía en el mismo sitio durante semanas, un patrón típico en hembras lactantes. Las cámaras trampa confirmaban su condición, pero no había imágenes del cachorro. Las primeras huellas pequeñas, junto a las de la madre, aparecieron recién en mayo. Pero la gran confirmación visual llegó recién el 30 de julio.
Naturaleza y futuro
Pablo y Darío no sólo se convirtieron en testigos de un momento único, sino también en protagonistas de una transformación más profunda: la de una economía local basada en el respeto por la naturaleza. La familia Luna impulsa emprendimientos turísticos en el parque, ofreciendo excursiones en kayak, bicicleta y hospedaje, mostrando que la restauración de la fauna también puede restaurar comunidades.
Hoy, la imagen de Nalá con su cría no sólo emociona: es prueba viva de que la convivencia entre desarrollo y conservación es posible, y de que la esperanza también habita en el monte chaqueño.