El oficialismo en Casa Rosada está en alerta ante el creciente desinterés electoral entre los jóvenes que apoyaron a Javier Milei en 2023, quienes ahora podrían decidir no concurrir a las urnas en las próximas elecciones legislativas.
Según datos oficiales del Indec y consultoras cercanas al Gobierno, uno de cada dos jóvenes menores de 30 años está desempleado, un problema grave que alimenta la frustración en un sector clave del electorado libertario. Muchas de las promesas de campaña, como la dolarización, aún no se materializaron, y esa falta de cumplimiento genera desencanto y apatía.
Diversos estudios muestran que alrededor del 21% de los jóvenes con menor nivel educativo no están interesados en votar. Un sondeo de la consultora Analogías indica que más del 20% de los jóvenes entre 16 y 29 años planean no votar, un porcentaje que se acerca al ausentismo observado en adultos mayores de entre 60 y 74 años.
Por su parte, la consultora Zubán-Córdoba advierte que un 10% del electorado que apoyó a Milei afirma que no sufragará, mientras que los votantes peronistas mantienen o incluso aumentan su participación, motivados por incentivos a expresarse mediante el voto.
En declaraciones públicas, Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados, señaló que algunos gobernadores podrían estar intentando desincentivar la participación electoral para reducir la cantidad de votantes. Por eso, hizo un llamado a los militantes libertarios para que trabajen en alcanzar una participación cercana al 70%.
Expertos como el sociólogo Carlos de Angelis y el investigador Martín Romeo coinciden en que la decepción es especialmente profunda en jóvenes de provincias del norte y la región cuyana, quienes creyeron en promesas que no se cumplieron. Romeo subraya que la apatía electoral en jóvenes y sectores vulnerables, que sostienen el voto libertario, representa un desafío serio para el Gobierno.
El oficialismo enfrenta así un doble desafío: reducir el desinterés de los jóvenes y frenar la creciente desocupación en este grupo, que según la Encuesta Permanente de Hogares del Indec, representa casi la mitad de los desempleados. En un escenario donde la apatía amenaza con afectar los resultados, la movilización y la oferta política serán determinantes para el futuro electoral.