El reportero gráfico Pablo Grillo volverá al quirófano este miércoles para que los médicos le coloquen una prótesis en la cabeza, en un paso clave dentro de su lenta y dura recuperación.
Grillo fue gravemente herido el 12 de marzo, cuando una cápsula de gas lacrimógeno disparada de manera ilegal por un gendarme lo golpeó en la cabeza durante la represión a una protesta de jubilados frente al Congreso, bajo órdenes de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich. El impacto le provocó fractura de cráneo y pérdida de masa encefálica, dejándolo 83 días internado y sometido a múltiples cirugías para salvarle la vida.
La familia y amigos, a través de la cuenta JusticiaPorPabloGrillo, informaron además que se necesitan dadores de sangre de cualquier grupo y factor: de lunes a viernes, 8 hs, en el Hospital Ramos Mejía (Gral. Urquiza 609, CABA), presentando DNI y sin estar en ayunas.
En la causa judicial, el gendarme Héctor Jesús Guerrero —identificado como el autor del disparo— está imputado, pero sigue en libertad. Su declaración indagatoria está prevista para el 2 de septiembre.
Este lunes, por orden de la jueza María Servini, se realizó la reconstrucción del hecho a cargo de la División de Balística de la Policía de la Ciudad, para determinar con precisión cómo fue el disparo que impactó en el trabajador de prensa de 35 años.