Como cada miércoles, los jubilados volvieron a salir a las calles para reclamar el aumento de sus haberes, pero la protesta terminó en represión y detenciones por parte de las fuerzas de seguridad.
Represión en plena protesta
Este miércoles, los pensionados se concentraron frente al Congreso para exigir respuestas al veto de Javier Milei sobre el aumento de jubilaciones. La Policía Federal desplegó un operativo masivo: vallados, efectivos y móviles que bloquearon accesos clave, provocando caos en el tránsito de la zona.
El accionar policial incluyó gases lacrimógenos, chorros de agua a presión y balas de goma, reproduciendo escenas de violencia que se repiten semana tras semana.
Detención de trabajadoras de prensa
Alrededor de las 16:30, fueron detenidas Camila Luciana Rey y Jazmín Orellana, fotógrafas de ATE, mientras realizaban su labor. Testigos aseguraron que fueron reducidas boca abajo y trasladadas a la Alcaidía 4, en Zavaleta 425.
El hecho generó indignación entre manifestantes y colegas de prensa, recordando casos previos, como el de Pablo Grillo, herido en marzo por un disparo de gendarmería y que aún necesita intervenciones quirúrgicas.
Reclamos y testimonios
Los jubilados denunciaron la falta de respuestas a sus demandas. “Venimos siempre a manifestarnos los miércoles y lo único que recibimos es represión. Soluciones no tuvimos ninguna. Mi exesposa sufre ELA y el PAMI le niega la kinesiología a domicilio”, relató un pensionado a C5N.
Otro jubilado de 88 años contó a Crónica TV: “Hay veces que no tengo para comer”, reflejando la crítica situación económica y sanitaria de los adultos mayores que cada semana se movilizan frente al Congreso.
