La Casa Rosada presentará en septiembre el Presupuesto 2026 con una regla fiscal que limite el gasto público. La medida apunta a cumplir con las exigencias del FMI y garantizar equilibrio fiscal.
Vuelve el “cepo al Estado”
El Ministerio de Economía propone un techo rígido al gasto, con un ajustador automático: si la recaudación cae, se recortarán partidas específicas; si aumenta, el excedente se destinará a reducir impuestos.
El esquema ya había sido planteado en el fallido Presupuesto 2025 y fue bautizado por Javier Milei como “cepo al Estado”. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, más del 78% del gasto quedaría blindado —como las jubilaciones, que seguirán indexadas por inflación—, mientras que un 22% sería recortable: subsidios, transferencias a provincias, programas sociales y bienes y servicios.
Presión del FMI y déficit cero
El Fondo Monetario exige avanzar hacia un superávit primario de 2,2% del PBI en 2026 y de 2,5% en 2027, ante el creciente peso de los intereses de la deuda. Por eso, reclama que el nuevo presupuesto incluya un análisis de sostenibilidad y que se institucionalice la regla de déficit cero mediante una ley más estricta.
El Gobierno reafirmó que el equilibrio fiscal será “un compromiso inclaudicable”, continuará con ajustes en asistencia social “sin intermediarios”, mantendrá las retenciones al agro, profundizará la desregulación del Estado y priorizará áreas como defensa y seguridad interior.
En septiembre, el Congreso será el escenario clave: la Casa Rosada necesita al menos un apoyo parcial de la oposición para que el nuevo “cepo al gasto” se convierta en ley.