La llegada de capitales extranjeros a Argentina sufrió un desplome histórico en los primeros tres meses de 2025. Según el Banco Central (BCRA), el ingreso neto de Inversión Extranjera Directa (IED) alcanzó apenas U$S 611 millones, un 90% menos que los U$S 6.258 millones registrados en el mismo período de 2024.
La caída se explica por la reducción en la reinversión de utilidades, la merma en los aportes de capital y el pago de deuda comercial. Los sectores más afectados fueron la energía y la minería, con aportes de capital que cayeron de U$S 693 millones a U$S 510 millones. La explotación de minas y canteras sufrió un desplome del 45%, pasando de U$S 452 millones a U$S 249 millones.
En la industria manufacturera, el flujo de inversión extranjera fue negativo: -U$S 340 millones, por cancelaciones de deuda en el sector automotriz y reinversiones negativas por U$S 105 millones.
Además, Argentina registró una salida neta de U$S 1.182 millones en fusiones y adquisiciones, el peor resultado en seis años, impulsado por la retirada de multinacionales como Telefónica.
En cuanto al origen de la IED, Estados Unidos lidera con un stock de U$S 31.882 millones (17%), seguido por España con U$S 27.379 millones (15%) y Países Bajos con U$S 24.054 millones (13%).
El panorama deja en evidencia la desconfianza de los inversores frente a la economía local, marcando un comienzo de año complicado para Argentina.
