Tras semanas de tensiones, el peronismo bonaerense encara la elección legislativa con mayor cohesión, candidatos competitivos y una campaña sin sobresaltos. La estrategia: contraste directo con La Libertad Avanza y el respaldo territorial de los intendentes.
Unidad táctica y campaña sin ruidos
La suspensión de la interna funcionó como un bálsamo: en lugar de exponer fracturas, bajó la tensión y permitió al PJ cerrar filas ante la crisis del oficialismo. Axel Kicillof recorrió el territorio con distintos sectores, mientras Massa, Grabois y Máximo Kirchner jugaron sus cartas en paralelo, pero todos empujaron en la misma dirección: mostrar al peronismo como alternativa a Milei.
Gobierno en crisis, peronismo en ofensiva
El escándalo de los audios que involucra a Karina Milei, Diego Spagnuolo y familiares de Menem dejó a La Libertad Avanza golpeada y sin reacción inmediata. El PJ capitalizó la situación mostrando unidad, candidatos competitivos y gestión territorial.
Poder territorial y la apuesta a octubre
Las históricas Primera y Tercera sección electoral siguen siendo bastiones del peronismo. En el interior, la fragmentación de votos beneficia a Fuerza Patria. Los intendentes renuevan concejos deliberantes y su trabajo de base es clave: boleta papel, tracción territorial y gestión local.
Renacer o ruptura
Un triunfo este domingo podría marcar el inicio de la recuperación del peronismo bonaerense de cara a 2027, con Kicillof como figura central. Pero una derrota reactivaría tensiones internas y abriría la puerta a fracturas visibles entre kirchnerismo duro y sectores pragmáticos.
En juego no está solo la legislatura: está el liderazgo del PJ, la oposición a Milei y la reconstrucción de poder en la provincia más decisiva del país.