Este lunes a las 17, Javier Milei hablará en cadena nacional para anunciar el Presupuesto 2026. No lo hará desde el Congreso, sino con un mensaje grabado desde Casa Rosada: un gesto de distancia con los legisladores, en medio de semanas de choques políticos y tras el cachetazo electoral en la provincia de Buenos Aires.
La decisión refleja la fragilidad del oficialismo: vetos reiterados a leyes, tensión creciente con gobernadores y un frente económico que no logra traer calma. Milei busca, desde un escenario controlado, retomar la iniciativa y recuperar terreno perdido.
Ajuste, menos impuestos y provincias en pie de guerra
Aunque los números finos aún no se conocen, se descuenta que el nuevo presupuesto tendrá como eje el ajuste fiscal. El plan incluye reducción de impuestos a sectores de mayores ingresos y la continuidad de un Estado cada vez más chico y desregulado.
El Ejecutivo sigue trabajando con una prórroga del Presupuesto 2023, ya que evitó presentar uno para 2025. El temor era que en el debate parlamentario se colaran fondos para salud, educación o provincias, algo incompatible con su hoja de ruta de recorte.
La relación con los gobernadores está en un punto crítico. Tras vetar la ley de ATN, el Gobierno ahora estudia dar préstamos directos a las provincias, con la posibilidad de privilegiar a los distritos aliados. El caso Chubut marcó el camino: Ignacio Torres firmó con Luis Caputo la reconversión de deuda provincial a cambio de resignar obra pública.
De los números mágicos a la realidad dura
En septiembre de 2024, Milei presentó un presupuesto cargado de optimismo: crecimiento del 5%, inflación en 18,3% y dólar oficial a $1.207. Además, prometía superávit primario y equilibrio fiscal. Hoy, la foto es otra: economía golpeada, conflictos institucionales y denuncias de corrupción como la de la ANDIS que pusieron en jaque el relato oficial.
Un mensaje clave en clave electoral
Con la mira puesta en las elecciones de octubre, Milei apuesta a reordenar el debate y mostrar rumbo en medio de la tormenta. El mensaje de este lunes será decisivo: ¿logrará alinear su programa económico con una estrategia política que le devuelva oxígeno?
