El gobierno de Javier Milei recibió elogios del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, en medio de una situación económica interna cada vez más tensa. Sin embargo, detrás de los aplausos se esconden presiones financieras y riesgos de dependencia externa que no se detallan en los comunicados oficiales.
Respaldo internacional: aplauso con condiciones implícitas
La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, celebró el apoyo de EE. UU. y destacó “el papel crucial de los socios internacionales en la promoción de políticas sólidas de estabilización y crecimiento”. Por su parte, Bessent aseguró que Washington hará “lo necesario dentro de su mandato” para acompañar a Argentina, incluyendo líneas de swap, compras directas de dólares y adquisiciones de deuda soberana.
Aunque los comunicados oficiales pintan un escenario optimista, analistas independientes advierten que este respaldo suele ir acompañado de exigencias de ajuste fiscal y reformas económicas que podrían tener un alto costo social. Argentina ya cuenta con un historial de programas del FMI que terminaron generando recesión y tensiones internas.
Crisis interna que no se puede ignorar
Mientras tanto, la realidad doméstica es más compleja: el Banco Central vendió más de USD 1.100 millones en apenas tres días, un reflejo de la presión sobre las reservas y la fragilidad del esquema cambiario. Según la consultora 1816, los vencimientos en dólares hasta 2027 ascienden a USD 34.200 millones, sin contar los compromisos con organismos internacionales.
“Es un respaldo internacional, sí, pero también una señal de que Argentina necesita asistencia externa para cumplir con sus compromisos”, advierte un economista consultado, subrayando que la dependencia de capital extranjero puede limitar la autonomía de las políticas económicas del gobierno.
Próximos pasos: más reuniones, más deuda
El secretario del Tesoro estadounidense se reunirá este martes en Nueva York con Milei y el presidente de EE. UU. para definir nuevas medidas de cooperación financiera y comercial. Mientras tanto, el FMI continúa siguiendo de cerca la implementación del programa económico argentino, respaldando la sostenibilidad del marco cambiario y la agenda de ajuste fiscal.
El escenario plantea un dilema claro: el respaldo internacional es vital para sostener la economía, pero también puede atar al gobierno a políticas