Pese a la presión de Karina Milei y Patricia Bullrich, el Presidente decidió mantener la candidatura de José Luis Espert en la provincia de Buenos Aires. La jugada, que busca mostrar autoridad en medio de un clima político convulsionado, terminó exponiendo tensiones dentro de La Libertad Avanza y reconfigurando las alianzas de cara a las elecciones legislativas.
El escándalo estalló cuando Espert reconoció haber recibido 200 mil dólares de una empresa vinculada a Federico “Fred” Machado, empresario argentino investigado por narcotráfico, y haber realizado vuelos en sus aviones durante la campaña presidencial de 2019. Aunque negó haber cometido delitos, la polémica golpeó de lleno en la campaña libertaria.
Tanto Karina Milei como Patricia Bullrich le pidieron al Presidente que lo apartara para evitar un costo político mayor. Sin embargo, Milei optó por respaldarlo, incluso retuiteando un mensaje de Espert donde aseguraba: “No me bajo nada”. Esa decisión no cayó bien en algunos sectores del Gobierno, que ven en el economista una carga difícil de sostener en medio del escándalo.
En paralelo, la Justicia argentina —a cargo del juez Marcelo Martínez de Giorgi y la fiscal Alejandra Mangano— analiza si existen elementos para iniciar una causa local, mientras en Estados Unidos también se siguen de cerca los movimientos financieros del entorno de Machado.
Consciente de que no podrá gobernar solo, Milei volvió a tender puentes con Mauricio Macri, con quien se reunió dos veces en Olivos en los últimos días. Hablaron del caso Espert, del rol de Luis Caputo y de la necesidad de articular con el PRO después de las elecciones para garantizar gobernabilidad.
Macri, por su parte, dejó claro que su prioridad sigue siendo fortalecer su espacio, aunque se mostró dispuesto a colaborar si Milei demuestra apertura política. El objetivo común: alcanzar una mayoría parlamentaria de al menos 140 diputados que permita sostener vetos y avanzar con las reformas exigidas por el FMI y alentadas desde el entorno de Donald Trump.
Mientras tanto, el kirchnerismo observa el conflicto con expectativa. Cristina Fernández de Kirchner y Axel Kicillof ya evalúan estrategias para desplazar a Espert de la presidencia de la comisión de Presupuesto y Hacienda. En el Instituto Patria lo resumen con ironía: “No necesitamos hacer mucho, Espert nos está dando una mano increíble”.
