La decisión de Javier Milei de bajar a José Luis Espert no solo sacudió la campaña electoral, sino que también encendió las imprentas bonaerenses. El sector anticipa un aumento del 40% en su trabajo y proyecta un negocio que podría superar los 15 mil millones de pesos si la justicia electoral autoriza la reimpresión de boletas con la cara de Diego Santilli.
La decisión de Javier Milei de bajar a José Luis Espert no solo sacudió la campaña electoral, sino que también encendió las imprentas bonaerenses. El sector anticipa un aumento del 40% en su trabajo y proyecta un negocio que podría superar los 15 mil millones de pesos si la justicia electoral autoriza la reimpresión de boletas con la cara de Diego Santilli.
Un negocio que entusiasma a las imprentas
Fuentes del sector explican que la mitad de las boletas ya fue entregada, mientras que el resto se completará esta semana. Hasta que haya una decisión judicial firme, las boletas originales con Espert seguirán circulando. La reimpresión, además, es un proceso complejo: las Boletas Únicas de Papel (BUP) incluyen números de trazabilidad y guías, por lo que no cualquier imprenta puede realizarlas.
Plazos, licitaciones y empresas involucradas
Según fuentes del sector, si el proceso se activa de inmediato y participan todas las imprentas, “en diez días las tenemos”. La impresión original de las BUP bonaerenses estuvo repartida entre Artes Gráficas del Litoral (AGD, Grupo Clarín) con el 60% y Boldt con el 40% en UTE con IPESA. Otras tres compañías —Su Papel, Kollor Press y DP Argentina— participaron en la impresión de boletas de otras provincias.
El gran desafío, además del dinero, es el calendario: los trámites judiciales, controles y distribución podrían retrasar la reimpresión, por lo que es poco probable que las nuevas boletas con Santilli estén listas con veinte días de anticipación a los comicios. Mientras tanto, el peronismo ya anticipó que buscará frenar la reimpresión y que el gobierno deberá asumir el costo político de este gasto millonario.