El Gobierno nacional formalizó el inicio del proceso para privatizar parcialmente Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NASA), la compañía estatal que administra las centrales nucleares Atucha I, Atucha II y Embalse. La medida fue oficializada a través de la Resolución 1751 del Ministerio de Economía, publicada este miércoles en el Boletín Oficial.
El plan contempla la venta del 44% del paquete accionario mediante una licitación pública que se llevará a cabo a través de la plataforma CONTRAT.AR. De esta forma, el Ejecutivo busca sumar capitales privados a una de las áreas más estratégicas del sistema energético argentino, aunque manteniendo el control estatal, que seguirá en manos del Estado y de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) con un 51% del capital.
La Secretaría de Energía será la responsable de llevar adelante el proceso, con la participación de la Agencia de Transformación de Empresas Públicas, que deberá realizar un inventario de bienes y activos para establecer la valuación de las acciones a ofrecer.
Además, se prevé un programa de propiedad participada que permitirá a los empleados acceder hasta al 5% del capital accionario.
Una decisión anticipada por decreto
El presidente Javier Milei ya había habilitado este proceso a fines de septiembre, mediante el Decreto 695, que autoriza la privatización parcial de Nucleoeléctrica y fija un plazo máximo de 12 meses para concretar la operación.
Desde el Gobierno explicaron que la medida “busca promover la inversión privada en el sector nuclear y modernizar su gestión”, en línea con los objetivos del plan nuclear argentino.
El rol clave de Nucleoeléctrica en la matriz energética
Nucleoeléctrica Argentina opera las tres centrales nucleares en funcionamiento del país, que en conjunto generan alrededor del 7% de la energía eléctrica nacional, con una potencia instalada de 1.763 MW.
Sus actuales accionistas son el Ministerio de Economía (79%), la CNEA (20%) y Energía Argentina (Enarsa). Durante 2024, la compañía alcanzó un récord histórico de generación, con más de 10,4 millones de MWh netos y un factor de carga del 73,3%.
El Gobierno sostiene que la apertura al capital privado permitirá fortalecer las inversiones, mejorar la eficiencia operativa y garantizar el desarrollo sostenido del programa nuclear argentino, una de las áreas más sensibles y estratégicas en materia energética.
