La producción industrial volvió a caer en septiembre y ya acumula ocho meses consecutivos en rojo, en medio de una demanda que no repunta y empresarios que advierten un escenario límite si no cambia el rumbo económico.
Ocho meses de retroceso y niveles previos a Milei
El último informe del INDEC confirmó lo que el sector ya siente en carne propia: la actividad manufacturera cayó 0,1% respecto de agosto y 0,7% interanual, extendiendo una racha negativa que no se detiene desde comienzos de año.
Aunque el acumulado de 2025 aún muestra un crecimiento del 3,8% frente a 2024, el nivel de producción está casi 10 puntos por debajo del registrado antes de la llegada de Javier Milei al poder, según estimaciones del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
“El impacto de este modelo es claro: el dólar pisado y la apertura de importaciones frenaron la inflación, pero hundieron a la industria nacional”, advirtió el economista Hernán Letcher.
Mientras tanto, la Unión Industrial Argentina (UIA), encabezada por Martín Rappallini, mantiene un tono prudente frente al Gobierno, aunque puertas adentro crece la preocupación.
En el Gran Rosario, una de las zonas fabriles más dinámicas del país, más de 30 plantas metalúrgicas suspendieron personal o directamente detuvieron su producción, reflejando la magnitud de la crisis.
Textiles y metalúrgicas, las más golpeadas
Siete de las dieciséis divisiones manufactureras retrocedieron en septiembre.
El sector textil se desplomó 20,5%, seguido por productos de metal (-12%), caucho y plástico (-11%), minerales no metálicos (-6%), automotriz (-2,5%) e industrias metálicas básicas (-1%).
Solo unos pocos rubros lograron sostenerse: equipos de transporte (+16%), refinación de petróleo (+7,5%) y maquinarias y equipos (+4,5%).
De todos modos, desde la consultora ACM advirtieron que esa mejora es “parcial y acotada”, y que “la debilidad persiste en los sectores vinculados al consumo y la construcción”.
Un empresario tecnológico resumió la situación con crudeza:
“Donde hay dólares, hay pedidos. El resto sigue mirando.”
“Vendemos menos y financiamos más”
Los industriales coinciden en que el problema no es solo la caída de ventas, sino el aumento de los costos y el encarecimiento del crédito.
“Vendemos menos y financiamos más, así no cierran los números”, reconoció un textil bonaerense.
Otro empresario fue más tajante: “La temporada entró fría y el crédito al consumo no tracciona”.
Aunque algunos analistas proyectan una leve mejora hacia fin de año —por una baja de tasas y mayor liquidez tras las elecciones—, la expectativa general es de cautela.
La eventual recuperación, advierten, sería “marginal e insuficiente” para revertir la tendencia.
Y la advertencia de un autopartista resume el sentimiento del sector:
“Si no aparece un plan agresivo, se van a apagar las máquinas.”