La sesión preparatoria del Senado dejó claros signos de consolidación para La Libertad Avanza, aunque también evidenció los primeros conflictos internos entre sus figuras más destacadas. De los 24 nuevos senadores, juraron 23, mientras que la ausencia de Lorena Villaverde y los roces entre Victoria Villarruel y Patricia Bullrich marcaron el inicio del nuevo período legislativo.
Villaverde ausente y polémica por su diploma
Lorena Villaverde, electa por La Libertad Avanza, se retiró del Senado menos de diez minutos después de ingresar al recinto. Su ausencia generó revuelo: el kirchnerismo la señalaba por supuestos vínculos con el narcotráfico, y Patricia Bullrich y Luis Juez le sugirieron abandonar la sesión para evitar un enfrentamiento público. Como resultado, la Cámara devolvió su diploma a la Comisión de Asuntos Constitucionales, retrasando su juramento efectivo.
Primeros roces entre figuras libertarias
La tensión también surgió entre las propias figuras libertarias. Durante la ceremonia, Villarruel impidió que Bullrich hablara desde el micrófono, recordándole que se había acordado que nadie pediría la palabra en la sesión.
Otro foco de atención fue la presencia de Karina Milei, secretaria general de la Presidencia, escoltada por el jefe de Gabinete Manuel Adorni y el ministro del Interior Diego Santilli.
Avances protocolares y juramentos emotivos
Más allá de los incidentes, la sesión avanzó sin mayores inconvenientes. Alejandro Fitzgerald fue designado nuevo secretario Administrativo del Senado, un cargo respaldado por todas las bancadas.
El juramento de Cándida López, senadora por Tierra del Fuego, fue uno de los momentos más emotivos: recordó a las Islas Malvinas y a los 30.000 desaparecidos durante la dictadura, mientras recibía tímidos abucheos de militantes libertarios.
Con este nuevo escenario, el kirchnerismo mantendrá la primera minoría y el oficialismo libertario ocupará la segunda, consolidando su influencia en la Cámara alta pese a los conflictos internos.