Un especialista en transporte alertó sobre el abandono de Vialidad Nacional y el riesgo de un colapso en la red vial del país.
El estado de las rutas argentinas atraviesa una situación crítica: la mitad de la red nacional presenta un deterioro severo y sin señales de mejora. Así lo denunció Sergio Ruppel, presidente de la Fundación Profesional de Transporte, quien advirtió que la falta de mantenimiento por parte del Estado está llevando al sistema vial al borde del colapso.
“La situación es desesperante. Esto no empezó este año, viene desde hace mucho”, afirmó Ruppel en declaraciones a AM 630 Rivadavia, y remarcó que Vialidad Nacional está prácticamente desactivada, sin intervención relevante en años.
Más tránsito, la misma red
El especialista explicó que el problema no es solo el mal estado de las rutas, sino también el aumento constante del tránsito sobre una red que no ha crecido en décadas. “Tenemos la misma infraestructura que hace 30 o 40 años, pero con un volumen de vehículos que se ha multiplicado. El desgaste es inevitable y sin mantenimiento, se agrava cada vez más”.
Provincias sin fondos y concesiones que no funcionan
Ruppel también cuestionó el plan oficial de traspasar la gestión de rutas a las provincias o avanzar hacia su privatización. Según advirtió, ninguna de las dos opciones es viable en el contexto actual.
“Las provincias no pueden sostener hospitales ni escuelas, mucho menos hacerse cargo de las rutas. Y cuando se ofrecieron las principales trazas a concesionarios privados, nadie las quiso: están muy deterioradas y requieren inversiones millonarias”, explicó.
Además, señaló que el modelo de concesiones es inviable en gran parte del territorio: “Los peajes serían impagables para los usuarios. Y los privados no van a operar en zonas rurales ni en pasos estratégicos como Pino Hachado, donde la asistencia vial es clave ante emergencias”.
Un problema que también afecta la salud pública
Más allá del impacto económico, el deterioro de las rutas también tiene consecuencias humanas. “¿Quién no conoce a alguien que haya tenido un accidente en una ruta en mal estado?”, planteó Ruppel, y advirtió que la falta de inversión también implica un enorme costo sanitario: ambulancias, hospitalizaciones, cirugías y rehabilitación.
“Desmantelar Vialidad Nacional es un error gravísimo”
Para el titular de la Fundación Profesional de Transporte, desmantelar Vialidad Nacional no solo es un error, sino una amenaza directa a la integración territorial y a la seguridad de millones de personas.
“Vialidad cumple un rol esencial que ningún privado ni provincia puede asumir por sí sola. Si no se actúa con urgencia, las consecuencias serán gravísimas”, concluyó.