En tan solo siete días, los precios de los combustibles en La Rioja
sufrieron tres incrementos consecutivos, reflejando una tendencia que se repite en diversas provincias argentinas.
Las imágenes del Automóvil Club Argentino (ACA) La Rioja evidencian el impacto directo en el bolsillo de los consumidores. El 1 de agosto, el Gobierno nacional aplicó una actualización parcial de los impuestos a los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), estableciendo un aumento de $6,954 por litro en el ICL para naftas y $0,426 por litro en el IDC .
Posteriormente, el 9 de agosto, YPF implementó un tercer aumento del 0,81% en sus precios, acumulando tres subas en el mes . Estos ajustes responden a la necesidad de completar las actualizaciones impositivas postergadas desde 2024, según el Decreto 441/2025 .
Sin embargo, la falta de previsibilidad y la frecuencia de los incrementos generan incertidumbre entre los consumidores y afectan la economía familiar. El Gobierno nacional, a través de la Secretaría de Energía, ha justificado estas medidas como necesarias para normalizar el esquema tributario del sector y garantizar la sostenibilidad del sistema energético. No obstante, la implementación escalonada de los aumentos y la ausencia de un plan integral de contención de la inflación evidencian una falta de estrategia coherente para mitigar el impacto en los sectores más vulnerables.
Mientras tanto, en La Rioja, los conductores enfrentan una realidad económica cada vez más compleja, donde los aumentos en los combustibles se suman a otras subas en tarifas y productos esenciales, erosionando aún más el poder adquisitivo de la población.
El incremento progresivo en combustibles que se dio tres veces en La Rioja
