Argentina no acompañó el documento final del G-20 en Sudáfrica, donde se desarrolla la cumbre, en un gesto que refleja la postura de la gestión de Javier Milei y su alineamiento con Estados Unidos. La ausencia del presidente fue cubierta por el canciller Pablo Quirno y el sherpa Federico Pinedo.

Según la Cancillería, el país se apartó del consenso porque el texto final no contó con la aprobación de todos los miembros del foro, rompiendo así una regla central del G-20. Además, desde el Gobierno señalaron que existen “diferencias sustantivas” en las consideraciones geopolíticas de la declaración, particularmente sobre el conflicto en Medio Oriente.
“Para Argentina resulta esencial preservar la regla de consenso como fundamento de la legitimidad de las decisiones adoptadas en el marco del G-20”, destacó el comunicado oficial.
El país objetó que la declaración final omitió el contexto regional y las causas estructurales del conflicto en Medio Oriente, criticando lo que consideró un enfoque parcial que favorece a Israel, uno de los aliados internacionales de la gestión de Milei.
El discurso de Quirno
En su intervención en inglés ante los representantes de otros países, Quirno insistió en la importancia del consenso:
Argentina había marcado sus “líneas rojas” durante las negociaciones, pero estas no se reflejaron en la declaración final.

Rechazó la forma en que el documento abordó el prolongado conflicto de Medio Oriente, señalando que pasó por alto causas estructurales y contextos regionales importantes.
Recordó la Resolución 2803 del Consejo de Seguridad de la ONU, que pide un proceso integral y justo para lograr la paz en la región.
Les comparto mi discurso en la Cumbre de Líderes del G20 en Sudáfrica. 🇦🇷🇦🇷 https://t.co/jHFLHPHRt4
— Pablo Quirno (@pabloquirno) November 22, 2025
