En pleno aniversario del fallecimiento de Eva Perón, militantes del peronismo en Marcos Paz encontraron vandalizado un busto en homenaje a la histórica figura. El Partido Justicialista local repudió el hecho, denunció un “ataque al patrimonio público” y exigió una investigación judicial.
Desde el Consejo del PJ señalaron que se trata de un delito de daño calificado y recordaron que no es la primera vez que el monumento es blanco de agresiones. “Evita siempre fue objeto de odio. Lamentamos que, aún hoy, se insista en atacar su figura”, expresaron en un comunicado. El busto había sido reinstalado hace apenas dos años, luego de su destrucción en 1955.
El fantasma de Evita incomoda al poder
El episodio no es aislado. Se produce en medio de un debate impulsado por el Gobierno nacional sobre el futuro del emblemático edificio del Ministerio de Desarrollo Social, en la Av. 9 de Julio, que lleva en su fachada el icónico rostro de Evita. La ministra Sandra Pettovello propuso su demolición, bajo el argumento de que “entorpece el tránsito” y “no está en buen estado”.
Las declaraciones fueron confirmadas por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y generaron un fuerte rechazo por parte del peronismo, que interpreta tanto este intento como el ataque en Marcos Paz como parte de una campaña sistemática para borrar los símbolos históricos del movimiento.
Desde el PJ insisten en que estos hechos no son casuales y reclaman una acción inmediata de la Justicia para dar con los responsables materiales del acto vandálico. Mientras tanto, crece la preocupación por el avance de discursos que, bajo el pretexto del “orden” o la “modernización”, buscan reescribir la historia a golpe de demolición.
