Horas antes de jurar como ministro del Interior, Diego Santilli recibió una noticia poco alentadora: varias de las áreas más importantes de su futura cartera serán absorbidas por otros ministerios. En los hechos, Patricia Bullrich y Manuel Adorni ampliaron su poder dentro del Gabinete y dejaron al “Colo” con un ministerio recortado.
Según confirmaron fuentes oficiales, Migraciones y el Renaper –dos estructuras clave para la gestión territorial y la presencia federal– dejarán de depender del Interior y pasarán al Ministerio de Seguridad, que Bullrich conducirá hasta diciembre, antes de asumir como senadora. Su reemplazo ya tiene nombre: Alejandra Monteoliva.
La movida no es menor: el Renaper, con su red nacional, suele ser una herramienta política de primer orden. Por eso, en el entorno de Santilli admiten que la decisión le resta capacidad de acción y poder real.
Turismo, Deportes y Ambiente también se van
Por otro lado, Manuel Adorni, vocero presidencial y jefe de Gabinete, sumará bajo su órbita la Secretaría de Turismo, Deportes y Ambiente, que hoy conduce Daniel Scioli.
“Te la regalo tener a Scioli abajo, que se lo lleven”, ironizó un dirigente del PRO cercano a Santilli, reflejando el fastidio que generó la decisión dentro del nuevo equipo del Interior.
Así, Santilli llegará al ministerio con menos atribuciones de las esperadas, justo cuando en la Casa Rosada se evaluaba fortalecerlo para que fuera el encargado de negociar con los gobernadores. Finalmente, el reparto terminó debilitándolo.
Reacomodamiento interno y gestos de conciliación
Pese al recorte, Santilli busca mostrarse conciliador. Invitó al propio Adorni a participar en las reuniones con los mandatarios provinciales: este lunes, ambos se mostraron juntos con Marcelo Orrego (San Juan) y Martín Llaryora (Córdoba).
Desde su entorno intentan bajarle el tono a la interna:
“Diego no está enfocado en pelear espacios de poder; su prioridad es sacar las reformas que le prometió a Milei”, aseguraron cerca del flamante ministro.
