El ajuste pega de lleno en los bolsillos: cada vez más personas no pueden pagar sus tarjetas de crédito ni préstamos personales. Según datos del Banco Central, en mayo la morosidad en los créditos al consumo subió al 4,9%, mientras que el total de créditos a hogares trepó al 4,5%.
En paralelo, el índice de irregularidad del crédito al sector privado subió al 2,6%, un reflejo claro de que tanto las familias como las empresas están sufriendo el impacto de la crisis.
Más cheques rebotados y menos previsiones
Otro dato que preocupa es el aumento de cheques rechazados por falta de fondos. En mayo representaron el 1,39% en cantidad y el 1,24% en montos, con subas tanto respecto a abril como frente al año pasado.
Aunque los bancos aún tienen colchón para cubrir los créditos incobrables, el nivel de previsiones cayó 12 puntos respecto al mes anterior. Un indicio de que la confianza en la capacidad de pago de los clientes se está debilitando en medio de ingresos deteriorados y tasas de interés imposibles.
