El debut de Lisandro Catalán en el Ministerio del Interior no tuvo respiro. Apenas asumió, ya carga con la misión más delicada: evitar que el Congreso le dé un cachetazo a Javier Milei y revierta los vetos a las universidades, al Hospital Garrahan y a los Aportes del Tesoro Nacional (ATN).
Su llegada fue avalada por Guillermo Francos, pero en la Rosada aseguran que la que sigue de cerca cada paso es Karina Milei. La secretaria general quiere medir si Catalán puede hacer lo que Martín y Eduardo “Lule” Menem no lograron: sostener la tropa en el Parlamento. Los riojanos, hasta ahora, acumulan más de 40 derrotas legislativas en menos de un año.
La oposición acelera
El clima se enrareció porque la oposición consiguió llamar a sesiones especiales en Diputados y el Senado. El plan: voltear los vetos de Milei a la ley de financiamiento universitario, al Garrahan y a los fondos provinciales.
Catalán, para ganar tiempo, volvió a prometer plata a las provincias, aunque los gobernadores desconfían. Todos saben que la caja la maneja Luis “Toto” Caputo, el verdadero guardián de los recursos.
Menem vs. Catalán, la interna libertaria
El tucumano no solo pelea contra la oposición: también debe lidiar con los Menem, que siguen metidos en las negociaciones con gobernadores. Leandro Zdero, de Chaco, se reunió antes con Lule que con Catalán. En Salta, Alfredo Olmedo también prefiere mantener el puente riojano.
El debut de Catalán se juega a todo o nada: si logra dividir bloques opositores y sostener los vetos, quedará como el nuevo operador estrella del mileísmo. Si fracasa, los Menem volverán a cobrar fuerza y Karina Milei tomará nota.
