La crisis en la línea blanca no solo afecta a las grandes marcas: empieza a dejar su huella en el sector siderúrgico. El cierre de la planta de Whirlpool en Pilar, que dejó sin trabajo a 220 empleados, expone la fragilidad de la industria frente al avance imparable de las importaciones.
Los últimos números de octubre reflejan un panorama mixto para la industria del acero. Si bien algunos indicadores muestran leves mejoras, caídas profundas en insumos clave y la debilidad de los sectores que deberían impulsar la demanda mantienen en alerta al sector. Según la Cámara de la Industria del Acero, aunque el acero crudo y los laminados mostraron subas marginales, la producción de línea blanca se desploma frente a los productos importados, un fenómeno que ya llevó al cierre de Whirlpool.
La producción de acero crudo alcanzó 373.200 toneladas, con un aumento del 4,6% respecto a septiembre y del 3,8% en comparación con el año pasado. Los laminados en caliente crecieron 7,8% mensual y apenas 0,4% interanual, mientras que los laminados en frío subieron 12,6% mensual y 12,8% interanual. Sin embargo, el hierro primario —el corazón del proceso siderúrgico— cayó 22,4% respecto a 2024, señal de una debilidad estructural que amenaza con limitar la recuperación de la cadena.
Otros sectores clave tampoco muestran señales de alivio. La construcción mantiene un nivel bajo de actividad, pese a un repunte del despacho de cemento del 5,6% mensual. El mercado automotor refleja tensiones: apenas avanzó 0,2% respecto a septiembre y cayó 9,9% interanual. La maquinaria agrícola se mantiene estable por la campaña de trigo, soja y maíz, aunque preocupa la competencia de máquinas importadas que desplazan la producción local.
El verdadero foco de preocupación sigue siendo la línea blanca. La producción nacional pierde terreno frente a las importaciones, y el cierre de Whirlpool es el ejemplo más reciente. La caída de la fabricación de electrodomésticos no solo afecta empleos: reduce la demanda de acero plano y agrava el desequilibrio en toda la cadena industrial.
Con sectores clave debilitados, consumo retraído y flujo creciente de productos del exterior, las leves mejoras del mes parecen aisladas. La industria del acero enfrenta una combinación peligrosa de crisis estructural y presión competitiva que podría profundizarse si no se toman medidas.